Rev. colomb. radiol; 30 (1), 2019
Publication year: 2019
Objetivos:
1) Revisar la anatomía y epidemiología de los adenomas paratiroideos
ectópicos (APE); 2) resumir el papel de las modalidades de imagen relevantes en
su localización; y 3) revisar brevemente los enfoques quirúrgicos para los mismos.
Métodos:
Reseña literaria de artículos publicados en inglés desde 1984 hasta agosto
de 2017. Resultados:
El resumen de la literatura indica que la prevalencia de APE es
de, aproximadamente, el 20 % en pacientes con hiperparatiroidismo primario que
no han sido intervenidos quirúrgicamente, pero en pacientes reintervenidos es tan
alta que alcanza el 66 %. Los APE pueden estar localizados en cualquier lugar, desde
la bifurcación de la carótida hasta la ventana aortopulmonar. El ultrasonido tiene
una agudeza diagnóstica limitada en su identificación, excepto para los que están
localizados cerca de la glándula tiroides y al ligamento tirotímico. Requiere gran
experiencia del operador. Si se comparan las técnicas de gammagrafía Sestamibi-
99mTc de fase dual, la imagen híbrida con tomografía computarizada de emisión
de fotón simple (SPECT) y con tomografía computarizada (TC), la técnica SPECT/TC es
superior a la gammagrafía planar o SPECT en la localización de los APE. La TC en cuatro
dimensiones (4DTC) delinea con precisión las relaciones anatómicas importantes
y es altamente sensible para la localización de los APE. Aunque la 4DTC requiere
radiación, medio de contraste intravenoso yodado y experiencia del lector, provee
buena información para detectar lesiones en varios sitios ectópicos y guiar el
abordaje quirúrgico. Los APE frecuentemente requieren enfoques quirúrgicos
alternativos. Se puede intentar una nueva paratiroidectomía en pacientes que han
sido previamente sometidos a una exploración bilateral del cuello, por un cirujano experimentado, una vez que la lesión se localice mediante dos modalidades de imágenes. La remoción
de la enfermedad no localizada requiere una exploración cuidadosa y sistemática de las localizaciones
superiores e inferiores de las glándulas. Conclusión:
Los APE plantean desafíos tanto para su localización
como para la extirpación quirúrgica. Con el fin de obtener resultados óptimos se requiere contar con la
experiencia de un alto número de pacientes y una atención multidisciplinaria.
Objective:
(1) To review the anatomy and epidemiology of ectopic parathyroid adenomas (EPAs), (2)
summarize the role of relevant imaging modalities in the localization of EPAs, and (3) briefly review surgical
approaches for EPAs. Methods:
Literature review of published English-language articles from 1984 through
August 2017. Results:
Summary of the literature indicates that the prevalence of EPA is approximately 20% in
unexplored patients with primary hyperparathyroidism, but it is as high as 66% in re-operative patients. EPAs
may be located anywhere from the carotid bifurcation to the aortopulmonary window. Ultrasound has limited
accuracy in identifying EPAs except near the thyroid and thyrothymic ligament and requires expert experience
from the user. Among dual-phase 99mTc sestamibi scintigraphy techniques, hybrid imaging with both singlephoton
emission computed tomography (SPECT) and computed tomography (CT), (SPECT/CT) is superior
to planar scintigraphy or SPECT alone at localizing EPAs. Four-dimensional computed tomography (4DCT)
precisely delineates important anatomic relationships and is highly sensitive in localizing EPAs. Although
4DCT requires radiation, intravenous iodinated contrast, and reader experience, it is well-equipped to detect
lesions at various ectopic sites and guide the surgical approach. EPAs frequently require alternative surgical
approaches. Re-operative parathyroidectomy may be attempted in patients having previously undergone
bilateral neck exploration by an experienced surgeon once the lesion is colocalized by 2 repeat imaging
modalities. Removal of nonlocalized disease requires a careful and systematic exploration of superior and
inferior gland locations. Conclusion:
EPAs pose challenges during both localization and surgical removal.
High-volume experience and multidisciplinary care are necessary for optimal outcomes.