Homocisteína y trastornos neurocognitivos. ¿Una luz al final del túnel?
Homocysteine and neurocognitive disorders. A light at the end of the tunnel?
Med. lab; 24 (2), 2020
Publication year: 2020
El deterioro cognitivo es uno de los procesos que acompañan al envejecimiento
y puede depender de factores nutricionales, genéticos o ambientales. La
identificación de factores de riesgo modificables proporciona un enfoque esencial
para la prevención de dicho deterioro y de los trastornos neurocognitivos. Uno de
los factores de riesgo involucrados es la elevada concentración de homocisteína
plasmática, la cual se ha relacionado con hallazgos histopatológicos en demencia
senil y enfermedad de Alzheimer. Los diferentes estudios sobre esta asociación revelan
inconsistencia o contradicción en los resultados.
El propósito de esta revisión es relacionar la posible interacción de tres factores en la instalación y progresión del deterioro neurocognitivo:
a) factores de tipo nutricional (homocisteína, ácido fólico y vitamina B12), b) la utilización de pruebas para el diagnóstico de disfunción o deterioro cognitivo como el Mini Examen del Estado Mental, y c) la presencia de variantes genéticas polimórficas de la enzima metilentetrahidrofolato reductasa. Una consecuencia directa de esta triple relación es que el tratamiento con ácido fólico y vitamina B12 logra disminuir las elevadas concentraciones de homocisteína plasmática, asumiendo que una mejoría en los síntomas clínicos de deterioro cognitivo puede retrasar los cambios relacionados con progresión a estados demenciales. La intervención temprana mediante políticas de promoción y prevención de la salud mental puede ser efectiva si se comienza con la administración de ácido fólico y vitamina B12 en los estadios iniciales de la alteración cognitiva, logrando así reducir sus funestas consecuencias. Las políticas de salud pública centradas en la salud mental de ancianos pueden identificar a las personas con disfunción cognitiva inicial a través de la promoción de la salud y medidas preventivas; en esta etapa puede ser posible la administración de vitaminas B para reducir o minimizar la progresión del deterioro cognitivo, que podría conducir a trastornos neurocognitivos como la demencia y la enfermedad de Alzheimer
Cognitive impairment is one of the processes that accompany aging and
may depend on nutritional, genetic or environmental factors. The identification of
modifiable risk factors provides a crucial approach for the prevention of cognitive
decline and neurocognitive disorders. One of the risk factors is the high concentration
of plasma homocysteine and it has been associated to histopathological changes
in senile dementia and Alzheimer´s disease. Clinical trials about this association
has shown inconsistent and contradictory results.