Rev. ecuat. pediatr; 20 (1), 2019
Publication year: 2019
Antecedentes:
el nivel de ruido recomendado en las unidades de cuidados
intensivos neonatales es menor a 45 dBA, para lo cual es necesario controlar
sus fuentes y aplicar estrategias efectivas de auditoría e insonorización.
Superar el valor recomendado expone al recién nacido a procesos de estrés
continuo, que producen efectos adversos en el desarrollo posnatal.
Propósito:
determinar los niveles de presión sonora y sus efectos fisiológicos
en el recién nacido admitido en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales.
Materiales y métodos:
este estudio es descriptivo, observacional, prospectivo
y se realizó en el Hospital Ginecológico Obstétrico Isidro Ayora. Un total de 66
recién nacidos fueron evaluados. Las mediciones con sonómetro integrador
tipo B calibrado se realizaron en las áreas de la unidad, obteniendo los
niveles diarios de presión sonora equivalente (Laeq, dBA). Se utilizó la
frecuencia relativa y la prueba chi-cuadrado de Pearson para las variables
categóricas. Se analizaron las diferencias de medias con el test U de Mann
Whitney. Se utilizaron medidas de tendencia central y dispersión para las
variables cuantitativas. Finalmente, se diseñaron los diagramas de caja para
la valoración de los resultados y la variación de los parámetros fisiológicos.
Resultados:
el 72.7 % de los muestreos realizados determinaron valores de
niveles de presión sonora superiores a 45 dBA. El tipo de ruido presentado
en las diversas salas de cuidados neonatales es de carácter grave, con
frecuencias críticas que varían entre 1000 y 2000 Hz, con niveles de presión
sonora ponderada equivalente de 57.8 dBA, 62.1 dBA, 56.9 dBA, 59.3 dBA,
59.7 dBA y 57.6 dBA. En nuestro estudio encontramos una variación del 21
al 25,6% en la frecuencia cardiaca y al menos del 3 al 5 % en la saturación de
oxígeno con respecto al nivel basal cuando el recién nacido fue expuesto a un
nivel de presión sonora superior a 45 dBA.
Conclusiones:
la exposición a niveles de presión ponderada continua sobre
los 45 dBA produce efectos fisiológicos significativos en el recién nacido.
Background:
The recommended noise level in the neonatal intensive
care units is less than 45 dBA, for which it is important to control sources
of sounds and apply effective soundproofing strategies. Exceeding the
recommended value exposes the neonate to continuous stress which
produces adverse effects in postnatal development.
Aim:
To determine sound pressure levels and their physiological effects
in the neonates admitted to the Neonatal Intensive Care Unit.
Materials and Methods:
This is aprospective, observational and
descriptive study, it was carried out in the Gynecological Obstetric
Hospital Isidro Ayora. A total of 66 newborns were evaluated. Sound
levels were measured with a calibrated Type B integrating sound level
meter in different areas of the unit obtaining the daily equivalent
sound pressure levels (Laeq, dBA). Relative frequency and Pearson’s Chi
Square were applied for categorical variables. Mean differences were
analyzed with the Mann Whitney U test. Measures of central tendency
and dispersion were applied for quantitative variables. Box diagrams
were designed for the evaluation of results and variation of physiological
parameters.
Results:
72.7% of the samplings carried out, determined values of sound
pressure levels higher than 45 dBA. We found a variation of 21 to 25.6%
on the heart rate and at least 3 to 5% on the oxygen saturation level
when neonates were exposed to a sound pressure level above 45 dBA.
Conclusions:
Exposure to continuous weighted pressure levels above 45
dBA, produces significant physiological effects in the newborn.