Rev. cuba. hematol. inmunol. hemoter; 35 (4), 2019
Publication year: 2019
Introducción:
Los biomarcadores son útiles en la definición del diagnóstico, pronóstico y seguimiento de múltiples enfermedades. La detección o medición de uno o más biomarcadores específicos representan alteraciones en vías genéticas o epigenéticas que controlan la proliferación, diferenciación o muerte celular. Las neoplasias mieloproliferativas constituyen un grupo fenotípicamente diverso de hemopatías malignas de origen clonal, caracterizadas por una sobreproducción simple o multilineal de los elementos eritroides, mieloides y megacariocíticos; así como de una marcada predisposición a la trombosis, sangramiento y transformación leucémica. Dentro de ellas se incluyen:
la policitemia vera, la trombocitemia esencial y la mielofibrosis primaria, conocidas como neoplasias mieloproliferativas clásicas BCR-ABL1 (o cromosoma Philadelfia) negativas. Las mutaciones somáticas en genes como JAK2, MPL y CARL se comportan como mutaciones drivers iniciadoras, responsables del fenotipo mieloproliferativo. Métodos:
Se revisaron artículos relacionados publicados en los últimos años, en algunas bases de datos de la Biblioteca Virtual de Salud. En esta revisión se exponen los mecanismos moleculares generales de esas mutaciones y su expresión clínica; se hace referencia a las neoplasias mieloproliferativas triple negativas y sus implicaciones clínicas y se indica el algoritmo diagnóstico propuesto por la Organización Mundial de la Salud que incluye los nuevos biomarcadores. Conclusiones:
El estudio molecular proporciona información valiosa para el diagnóstico y seguimiento de las neoplasias mieloprolifrativas, pero no logra diferenciar entre cada una de ellas. Por esto, se requiere de la adecuada aplicación del método clínico para llegar a un diagnóstico certero con ayuda de otros exámenes complementarios(AU)
Introduction:
Biomarkers are useful in the definition of diagnosis, prognosis and monitoring of multiple diseases. The detection or measurement of one or more specific biomarkers represents alterations in genetic or epigenetic pathways that control proliferation, differentiation or cell death. The myeloproliferative neoplasms constitute a phenotypically diverse group of malignant hemopathies of clonal origin, characterized by a simple or multilinear overproduction of the erythroid, myeloid and megakaryocytic elements; as well as a marked predisposition to thrombosis, bleeding and leukemic transformation. These include:
polycythemia vera, essential thrombocythemia, and primary myelofibrosis, known as classical negative myeloproliferative neoplasms BCR-ABL1 (or Philadelphia chromosome). Somatic mutations in genes such as JAK2, MPL and CARL behave as initiating driver mutations responsible for the myeloproliferative phenotype. Methods:
Articles published in the last years were reviewed in some databases of the Virtual Health Library (VHL). In this review we expose the general molecular mechanisms of these mutations and their clinical expression; reference is made to the triple negative myeloproliferative neoplasms and their clinical implications and the diagnostic algorithm proposed by the World Health Organization that includes the new biomarkers is indicated. Conclusions:
The molecular study provides valuable information for the diagnosis and monitoring of myeloproliferative neoplasms, but fails to differentiate between each of them. Therefore, the appropriate application of the clinical method is required to arrive at an accurate diagnosis with the help of other complementary tests(AU)