Donación de órganos y trasplante en la era COVID-19: ¿Realmente se deben parar los programas?
Organ Donation and Transplantation in the COVID-19 era: Should programs really stop?

Rev. colomb. cir; 35 (2), 2020
Publication year: 2020

Durante los primeros meses de la pandemia por SARS-CoV 2 (Coronavirus 2 del Síndrome Respiratorio Agudo y Grave), el agente etiológico de la Enfermedad Infecciosa por Coronavirus de 2019 (COVID-19), la actividad de donación y trasplante de órganos en todo el mundo se ha visto claramente afectada.

Las principales razones que en este momento motivan el cese parcial o total de los trasplantes son:

1) la carga asistencial que genera el manejo de un potencial donante en la Unidad de Cuidado Intensivo (UCI), 2) el alto riesgo de contagio entre donante y receptor, 3) el riesgo de inmunosuprimir a un paciente en medio de la pandemia y 4) la escasez de camas de UCI. A pesar de que el mundo está enfrentando a una enfermedad emergente que merece especial atención, al mismo tiempo continúan prevaleciendo las complicaciones asociadas a las demás enfermedades, incluyendo las complicaciones de patologías crónicas en estado terminal. La decisión de continuar con los programas de trasplante se debe basar en el comportamiento local del virus y en la capacidad asistencial de cada una de las instituciones. En Colombia, el comportamiento epidemiológico del SARS-CoV 2 varía significativamente entre las diferentes regionales, permitiendo a las instituciones que hasta el momento presentan poca carga de atención del COVID-19 retomar sus actividades de trasplante. De esta manera se propone un balance entre mantener las medidas de prevención y atención del COVID-19 y continuar ofreciendo los servicios de trasplante, principalmente a los pacientes con alto riesgo de morbi-mortalidad en lista de espera
The SARS-CoV2 (Severe Acute Respiratory Syndrome–related to Coronavirus 2) pandemic, which is the etiological agent of the Coronavirus Infectious Disease 2019 (COVID-19), organ donation and transplantation activity throughout the world has been clearly affected.

The main reasons that currently motivate the partial or total cessation of transplants are:

1) the burden of care burden generated by the management of a potential donor in the Intensive Care Unit (ICU), 2) the high risk of donor/recipient viral transmission, 3) the risk of using immuno-suppressing a patient in the midst of the pandemic, and 4) the shortage of ICU beds. Despite the fact that the world is facing an emerging disease that deserves special attention, at the same time the complications associated with other diseases continue to prevail, including complications of end-stage chronic diseases. The decision to continue with the transplant programs should be based on the local behavior of the virus and the healthcare capacity of each of the institutions. In Colombia, the epidemiological behavior of SARS-CoV2 varies significantly between different regions, allowing institutions that, until now, have little burden of attention from COVID-19, to resume their transplant activities. In this way, a balance is proposed between maintaining the prevention and care measures of COVID-19 and continuing to offer transplant services mainly to patients with a high risk of morbidity and mortality on the waiting list

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