Atención, diagnóstico y manejo de pacientes pediátricos sospechosos y/o confirmados COVID-19
Attention, diagnosis and management of suspected and / or confirmed COVID-19 pediatric patients
Cambios rev. méd; 19 (1), 2020
Publication year: 2020
La enfermedad producida por el Coronavirus asociado al SARS 2 (SARS-CoV 2) o Enfermedad por Coronavirus (COVID-19) como se le conoce actualmente, demostró, desde su primera identificación
en Wuhan (China) en Diciembre del 2019, un incremento rápido y desproporcionado del número de casos. Tanto impacto tuvo en la población, que en solo 3 meses nos encontrábamos frente a una pandemia de dimensiones catastróficas tanto poblacionales como económicas. Entre febrero y marzo se observó un incremento exponencial de la curva de enfermos y fallecidos en Europa, llevando al colapso del sistema de salud en estos países; aproximadamente dos meses después, eventos con las mismas características se vivieron en el continente americano pese al cierre de fronteras1. Sin embargo, y contrario a todas las predicciones de vulnerabilidad, los niños demostraron ser un grupo poco afectado por COVID-19 tanto en términos de cantidad de casos y de gravedad de los mismos. China por ejemplo, reportó solamente un 5,8% de casos severos o críticos en niños versus un 18,5% en adultos; así mismo en Italia se reportó tan sólo un 1% de niños graves y 1% críticos1,2. En nuestro continente, un reporte muy completo del Ministerio de Salud Pública de Ontario confirma una baja de severidad en niños del 5% que coincide con las cifras de otros continentes y añade que al menos 23% de los niños infectados puede ser asintomático; cifras muy parecidas se encuentran en países de américa latina3, 4. El Centro de Enfermedades Contagiosas (CDC) ha determinado que aproximadamente 2 a 3% de niños COVID-19 positivos requerirían hospitalización siendo equivalente a 0,3 por cada 100 000 niños 5. Los servicios de Emergencia son puertas de entrada al hospital de miles de pacientes en todo el mundo, es aquí donde este 2 a 3% debe ser captado y hospitalizado de manera precoz para el manejo oportuno y eficiente de la patología en cuestión. Pese a la gran difusión de medidas preventivas contra el COVID-19 a nivel mundial, los casos nuevos siguen en ascenso y el nivel de contagio es indiscutiblemente alto. El virus SARS Cov 2 nos ha mostrado manifestaciones clínicas tan floridas que la única manera de manejarlo de manera eficaz es contar con un protocolo de manejo de pacientes que sea aplicable al el Área de Urgencias Peiátricas, minimizando la exposición y potencial contagio tanto de trabajadores del sector salud como de otras personas y tomando en cuenta tanto las rutas de flujo de pacientes como la estricta desinfección de las áreas una vez realizada la atención médica.
The disease caused by the Coronavirus associated with SARS 2 (SARS-CoV 2) or Coronavirus Disease (COVID-19) as it is currently known, showed, since its first identification in Wuhan (China) in December
2019, a rapid increase and disproportionate in the number of cases. It had such an impact on the population that in just 3 months we were facing a pandemic of catastrophic dimensions, both population and economic. Between February and March, an exponential increase in the curve of sick and deceased was observed in Europe, leading to the collapse of the health system in these countries; approximately two months later, events with the same characteristics were experienced on the American continent despite the closure of borders1. However, and contrary to all predictions of vulnerability, children proved to be a group little affected by COVID-19 both in terms of number of cases and their severity. China, for example, reported only 5,8% of severe or critical cases in children versus 18,5% in adults; Likewise, in Italy only 1% of serious and 1% critical children were reported1,2. In our continent, a very complete report from the Ontario Ministry of Public Health confirms a 5% decrease in severity in children that coincides with the figures from other continents and adds that at least 23% of infected children may be asymptomatic; very similar figures are found in Latin American countries3, 4. The Center for Communicable Diseases (CDC) has determined that approximately 2 to 3% of COVID-19 positive children would require hospitalization, which is equivalent to 0,3 per 100 000 children5. Emergency services are gateways to the hospital for thousands of patients worldwide, it is here that this 2 to 3% must be recruited and hospitalized early for the timely and efficient management of the pathology in question. Despite the widespread dissemination of preventive measures against COVID-19 worldwide, new cases continue to rise and the level of contagion is indisputably high. The SARS Cov 2 virus has shown us clinical manifestations so flowery that the only way to manage it efectively is to have a patient management protocol that is applicable to the Area of Pediatric Emergencies, minimizing the exposure and potential contagion of both workers in the health sector like other people and taking into account both the flow routes of patients and the strict disinfection of the areas once medical care has been performed.