Biomédica (Bogotá); 40 (4), 2020
Publication year: 2020
Resumen:
La tuberculosis es una de las enfermedades infecciosas más comunes en el mundo. Aunque la mortalidad en niños es prácticamente nula cuando el diagnóstico y el tratamiento son oportunos, puede asociarse con complicaciones como la trombosis venosa profunda y la superficial a partir de la respuesta inflamatoria sistémica frente a la infección, lo que propicia la coagulación y ocasiona una significativa morbimortalidad. Se reporta el caso de una adolescente de 14 años con tuberculosis pulmonar en tratamiento combinado quien, de forma atípica, presentó dos episodios de tromboembolia venosa: el primero en el riñón y el segundo en los pulmones. Tras descartar el síndrome nefrótico y el antifosfolipídico, los estudios de tomografía de tórax y abdomen fueron una herramienta fundamental para su diagnóstico. Se inició tratamiento con heparina de bajo peso molecular con mejoría de los síntomas. Teniendo en cuenta las necesidades de anticoagulación no fue posible realizar estudios adicionales de ampliación. Las complicaciones tromboembólicas en pacientes con tuberculosis y sin otros factores de riesgo obligan a considerar el efecto coagulante que resulta de la reacción inflamatoria sistémica, la cual podría, por sí sola, ser la causa de una complicación significativa pero prevenible, aunque frecuentemente escapa al diagnóstico. En este sentido, se recomienda considerar la posibilidad de la tromboembolia venosa en estos pacientes y hacer un seguimiento estricto que permita aplicar el tratamiento anticoagulante tempranamente y prevenir, así, resultados adversos.
Abstract:
Tuberculosis is one of the most common infectious diseases around the world. With timely diagnosis and treatment, mortality in children is practically zero. It is usually associated with a diverse number of complications that can cause significant morbidity and mortality, such as deep and superficial vein thrombosis. This event has been associated with a procoagulant state caused by the systemic inflammatory response to infection. We report the case of a 14-year-old adolescent with pulmonary tuberculosis under the initial four-drug regimen. She presented two episodes of venous thromboembolism, the first in the kidneys and the second in the lungs. After ruling out diseases such as nephrotic and antiphospholipid antibody syndrome, chest and abdomen tomographies were performed as a fundamental tool for the diagnosis. Thereafter, treatment with low molecular weight heparin was initiated and the symptoms improved. Given the requirement for anticoagulation, further image studies could not be done. Thromboembolic complications in patients with no other risk factors, associated only with a previous pulmonary tuberculosis diagnosis, offer evidence to consider the procoagulant effect resulting from the systemic inflammatory response that, by itself, could be the cause of a serious complication, often underdiagnosed but also preventable. Therefore, it is recommended to consider the predisposition for venous thromboembolism in these patients and to establish strict surveillance so early anticoagulant therapy can be provided to prevent adverse outcomes.