Rev. cuba. oftalmol; 33 (4), 2020
Publication year: 2020
Objetivo:
Determinar los cambios que sufre la presión intraocular en sujetos aparentemente sanos tras la realización de ejercicios físicos. Métodos:
Se realizó un estudio descriptivo prospectivo en el Centro Deportivo "Jesús Menéndez", del municipio de Marianao, provincia La Habana, conducido por especialistas del Servicio de Glaucoma del Instituto Cubano de Oftalmología "Ramón Pando Ferrer" entre mayo y agosto del año 2016. Se seleccionó una muestra de sujetos aparentemente sanos, quienes estuvieron de acuerdo con participar en el estudio. Se conformaron dos grupos según el tipo de ejercicio físico:
ejercicios de fuerza y ejercicios aerobios. A todos se les midió la presión intraocular basal y después de los ejercicios (inmediatamente, a los 15 y 30 minutos) con tonómetro de Perkins. Resultados:
Ambos grupos estuvieron formados por 20 sujetos cada uno, del sexo masculino (grupo fuerza) y del femenino (grupo aerobio). La edad media fue 32,9 y 34,6 años respectivamente. En el grupo fuerza, la presión intraocular media basal fue 15,93 mmHg, la cual se incrementó a 3,71 mmHg inmediatamente después del ejercicio, y descendió a los 30 minutos hasta alcanzar cifras semejantes a la basal. En el grupo aerobio la presión intraocular media basal fue 15,73 mmHg; descendió a 5,13 mmHg inmediatamente después del ejercicio y se incrementó a los 30 minutos hasta alcanzar cifras semejantes a la basal. Conclusiones:
La presión intraocular aumenta o disminuye en sujetos sanos en correspondencia con el tipo de ejercicio (de fuerza y aeróbicos respectivamente) y retorna a valores cercanos a los basales a los 30 minutos, como se demostró en ambos grupos(AU)
Objective:
Determine the changes undergone by intraocular pressure in seemingly healthy subjects after the practice of physical exercise. Methods:
A descriptive prospective study was conducted at Jesús Menéndez Sports Center in the municipality of Marianao, province of Havana from May to August 2016. The study was managed by specialists from the Glaucoma Service at Ramón Pando Ferrer Cuban Institute of Ophthalmology. A sample was selected of seemingly healthy subjects, who agreed to participate in the study. Two groups were formed according to the type of physical exercise:
strength training or aerobics. Intraocular pressure was measured at baseline and after the exercises (immediately, at 15 minutes and at 30 minutes) with a Perkins tonometer. Results:
The groups were composed of 20 subjects each: male (strength group) and female (aerobics group). Mean age was 32.9 and 34.6 years, respectively. In the strength group, the mean baseline intraocular pressure of 15.93 mmHg rose to 3.71 mmHg immediately after the exercise, and fell at 30 minutes to reach values similar to the baseline. In the aerobics group, the mean baseline intraocular pressure of 15.73 mmHg fell to 5.13 mmHg immediately after the exercise, and rose at 30 minutes to reach values similar to the baseline. Conclusions:
Intraocular pressure rises or falls in healthy subjects in keeping with the type of exercise (strength or aerobics, respectively), and returns to values similar to the baseline at 30 minutes in both groups(AU)