Gac. méd. Méx; 156 (2), 2020
Publication year: 2020
Resumen Introducción:
La cirugía de cardiopatías congénitas puede generar alteraciones perfusorias cerebrales con repercusión neurológica. Objetivo:
Analizar la relación del índice de resistencia (IR) vascular cerebral periquirúrgico con funciones neurológicas mediatas posteriores a cirugía de cardiopatía congénita. Método:
Estudio de cohorte prospectivo de 34 neonatos en quienes se determinó IR de la arteria basilar, niveles séricos de oxígeno, dióxido de carbono y lactato, antes y después de procedimientos paliativos o correctivos. Relacionamos el IR prequirúrgico con la capacidad posquirúrgica para iniciar la vía enteral o restablecer la respiración espontánea no asistida. Resultados:
Se integraron tres grupos: 17 neonatos con IR alto > 0.73, cinco con IR normal de 0.63 a 0.73 y seis con IR bajo < 0.63. En los primeros persistió IR alto en el posquirúrgico, con hiperlactatemia e hipoxia persistentes; en 86 % no se logró iniciar la vía enteral ni retirar la ventilación asistida. En los segundos, el IR se mantuvo en valores normales. En los terceros, si bien el IR, el lactato sérico y la presión arterial de oxígeno tendieron a normalizarse, 71 % presentó daño neurológico grave. Conclusiones:
Los cambios en el IR fueron frecuentes, aunque el daño neurológico parece presentarse más cuando el IR se mantiene alto, posiblemente asociado a flujos cerebrales bajos.
Abstract Introduction:
Surgery for congenital heart disease can generate cerebral perfusion-associated alterations with neurological repercussions. Objective:
To analyze the relationship of peri-surgical cerebrovascular resistance index (RI) with mediate neurological functions after congenital heart disease surgery. Method:
Prospective cohort study of 34 neonates in whom basilar artery RI, serum oxygen, carbon dioxide and lactate levels were determined before and after palliative or corrective procedures. We related pre-surgical RI with post-surgical ability to initiate the enteral route or to restore unassisted spontaneous breathing. Results:
Three groups were formed: 17 neonates with high RI (> 0.73), five with normal RI (0.63-0.73) and six with low RI (< 0.63). In the former group, high RI persisted in the postoperative period, with persistent hyperlactatemia and hypoxia; in 86%, the enteral route could not be initiated, and neither could assisted ventilation be withdrawn. In the second group, IR remained within normal values. In the third group, although RI, serum lactate and arterial oxygen pressure tended to normalize, 71% had severe neurological damage. Conclusions:
RI changes were common, although neurological damage appears to occur more commonly when RI remains high, possibly associated with low cerebral blood flow.