Actual. nutr; 21 (2), 2020
Publication year: 2020
Introducción:
la enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia, la cual se asocia con el deterioro pro-gresivo de las funciones cognitivas; se caracteriza por la for-mación de ovillos neurofibrilares y placas seniles conformadas por la sustancia β-amiloide.
Desarrollo:
el eje microbiota-intestino-cerebro permite la co-municación entre el tracto gastrointestinal y el cerebro. La micro-biota intestinal sufre modificaciones por el envejecimiento como el incremento de la permeabilidad intestinal y la translocación bacteriana. En presencia de disbiosis, los cambios en la motilidad y la secreción gastrointestinal alteran las células neuroendocrinas y del sistema inmune, y afectan la liberación de neurotransmiso-res. Así, las modificaciones de la microbiota pueden ocasionar la neuroinflamación que se observa en la enfermedad de Alzhei-mer. Los productos prebióticos y cepas de probióticos demostra-ron ser beneficiosos a nivel neurológico en dicha enfermedad, detectándose expresión de neurotransmisores y mejoría en las funciones cognitivas.
Conclusiones:
se ha documentado el uso de prebióticos y pro-bióticos en la enfermedad de Alzheimer, y se refirió que ocasio-nan reducción de la inflamación intestinal y disbiosis, así como mejora de las funciones cognitivas en estos pacientes. Sin em-bargo, en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer aún no se contempla el uso de los probióticos y tampoco se ha consi-derado como manera preventiva dado que las investigaciones son recientes.