Mi encuentro con la electrofisiología cardiaca
My memories in cardiac electrophysiology
Rev. colomb. cardiol; 27 (4), 2020
Publication year: 2020
Tuve la fortuna de vivir cinco años maravillosos e inolvidables en México (1976-1980). En Ciudad de México realicé mis entrenamientos en cardiología en el Instituto Nacional de Cardiología (INC), y de Medicina Crítica y Cuidado Intensivo en el American British Cowdray Hospital. En ese país me apasioné por la electrocardiografía y la electrofisiología; la escuela mexicana de electrocardiografía deductiva era reconocida mundialmente1,2. No conocí a su principal mentor, Demetrio Sodi Pallares, que ya se había retirado del INC, pero los otros grandes de la electrocardiografía mexicana, Gustavo Medrano, Abdo Bisteni y Alfredo de Micheli, fueron mis profesores.
Los primeros trabajos que realicé en ese mundo estuvieron relacionados con los hallazgos electrocardiográficos en las enfermedades pulmonares crónicas, particularmente en la tromboembolia pulmonar a repetición, que fue mi tesis de grado con el doctor Víctor Manuel Alatriste3. Otros trabajos electrocardiográficos fueron los que publiqué con el doctor Mario Shapiro4, sobre la utilidad de las derivaciones precordiales V3R y V4R en el infarto agudo del ventrículo derecho.
En electrofisiología cardíaca los aportes de la escuela mexicana han sido significativos. Por ejemplo, en 1958, Jesús Alanís y colaboradores describieron la actividad eléctrica del haz de His en el corazón aislado y perfundido del perro y lo llamaron potencial H5. Por esa época se formó como cardiólogo en el INC el doctor Paul Puech, quien luego regresó a su país, Francia, y en la Clínica St. Eloi de Montpellier, en 1960, en compañía de los doctores Giraud y Latour, demostraron por primera vez la actividad eléctrica del haz de His en el hombre6,7.
Uno de mis compañeros mexicanos de Residencia en el INC, el doctor Jorge Vidal-Gárate, se había entrenado en electrofisiología cardíaca con el doctor Paul Puech en Francia. Hizo empatía con el doctor Manuel Cárdenas, jefe de la Unidad de Cuidado Coronario, autor de un Manual de Arritmias8, y logró consolidar su idea de desarrollar, en un salón anexo a la Unidad Coronaria, el primer laboratorio invasivo de electrofisiología cardíaca en humanos del INC con el equipamiento básico: un intensificador de imagen portátil, un polígrafo y un aparato para estimulación cardíaca programada. Los estudios eran ocasionales. En esa época el laboratorio para electrocardiografía experimental en perros del INC tenía mejores salones y equipos. Era más importante la electrocardiografía que la electrofisiología.