Rev. colomb. cardiol; 27 (5), 2020
Publication year: 2020
Resumen Introducción:
la enfermedad cardiaca durante el embarazo puede llevar a deterioro clínico e incluso a la muerte de la madre o el feto. En nuestro medio hay pocos datos al respecto. Materiales y métodos:
estudio observacional, analítico, de cohorte retrospectiva, de gestantes con enfermedad cardiaca, en el que se incluyeron pacientes con cardiopatía congénita o adquirida, o arritmias, que requirieran hospitalización o intervención urgente por manifestación de síntomas. Se excluyeron pacientes con insuficiencias valvulares leves o moderadas, o estenosis leves, y pacientes sin estudio ecocardiográfico o sin información del parto. Se determinaron eventos cardiacos primarios y secundarios, así como eventos obstétricos y neonatales. Resultados:
se incluyeron 104 pacientes con igual número de embarazos. La evaluación por Cardiología fue en promedio a las 32 semanas. La fracción de expulsión promedio fue del 61% y el 23,1% tenía dilatación del ventrículo derecho. El 26,9% de las pacientes tenían alguna intervención cardiovascular previa. Las cardiopatías congénitas fueron el diagnóstico más frecuente (51,9%), seguido por enfermedad valvular (25,9%), arritmias (15,4%) y disfunción ventricular izquierda (4,8%). Los eventos cardiacos primarios se presentaron en 13,5% de las pacientes, en tanto que los secundarios en el 14,4%. La cesárea por indicación cardiaca fue sólo en el 21,2%. Los eventos neonatales ocurrieron en el 36,5%; y los eventos obstétricos en el 14,4%. Conclusiones:
pese al alto riesgo y las etiologías complejas, las embarazadas con enfermedad cardiaca reciben evaluación tardía por cardiología, lo que puede explicar las altas tasas de eventos cardiacos maternos y neonatales. Se requieren grupos con experiencia para el manejo de estas pacientes.
Abstract Introduction:
Heart disease during pregnancy can lead to a clinical deterioration, and even to the death of the mother or the child. There is lack of data as regards this in the scientific literature. Material and methods:
A retrospective, observational, and analytical study was conducted on a cohort of pregnant women with heart disease. The study included patients with congenital or acquired heart disease or arrhythmias that required hospital admission or urgent treatment due to onset of symptoms. Patients with mild or moderate valve insufficiency, as well as those with no ultrasound data or information about their delivery, were excluded. Primary and secondary cardiac events, as well as obstetric and neonatal events were recorded. Results:
The study included 104 patients with an equal number of pregnancies. The evaluation by Cardiology was at 32 weeks on average. The mean ejection fraction was 61%, and 23.1% had enlargement of the right ventricle. More than one-quarter (26.9%) of the patients had some previous cardiovascular treatment. Congenital heart disease was the most common diagnosis (51.9%), followed by valve disease (25.9%), arrhythmias (15.4%), and left ventricular dysfunction (4.8%). Primary cardiac events were observed in 13.5% of the patients, whilst 14.4% had secondary events. Caesarean section due to a cardiac indication was only performed in 21.2%. Neonatal events were recorded in 36.5%, with obstetric events in 14.4%. Conclusions:
Despite the high risk and aetiological complexity, pregnant women with heart disease were assessed at a late stage by cardiology. This may explain the high rates of maternal and neonatal events. Groups with experience are required to manage these patients.