La efectividad del sildenafil en hombres diabéticos con disfuncion eréctil tratados exitosamente con autoinyección de drogas vasoactivas
The effectiveness of sildenafil in diabetic men with erectile dysfunction successfully treated with self-injections of vasoactive drugs

Salud(i)ciencia (Impresa); 13 (6), 2005
Publication year: 2005

Switching to oral treatment is a challenge for diabetic men with erectile dysfunction (ED), who have started on and are successfully treated with self-injections of prostaglandin E1 (PGE1) or a mixture of PGE1 and papaverine (MIX). Ninety-five diabetic men (34 with type 1 and 61 with type 2) treated from 1 to 10 years with injections (31 men on PGE1 and 64 on MIX) switched to oral sildenafil on demand. The change was successful if the patient achieved even 1 erection firm enough for satisfactory intercourse. Thirteen men (13.7%), all with type 2 diabetes and previously treated with PGE1, responded to sildenafil. Thus, 41.9% of the patients treated with PGE1 responded. Patient age and duration of self-injection treatment negatively influenced the response to sildenafil, while type 2 diabetes and PGE1 previous treatment were significant determinants for response. The 13 responders recorded a rate of 57.6% successful attempts (136/236). Of the 13 responders, 11 were satisfied and changed treatment. Thus, the overall satisfaction with oral treatment and preference for change was 11.6%. This study provides evidence that despite the availability of effective oral agents, self-injections continue to be a highly effective therapy in diabetic men with ED. Those with type 1, already treated with a mixture of injected vasoactive drugs are not likely to respond to sildenafil, while the younger men with type 2 and injected with PGE1 are more likely to respond and change treatment.
El pasaje del tratamiento a la vía oral es un desafío para los hombres diabéticos con disfunción eréctil (DE) que comenzaron y que son tratados en forma efectiva con autoinyecciones de prostaglandina E1 (PGE1) o la combinación de PGE1 y papaverina (MIX). Noventa y cinco hombres (34 con diabetes tipo 1 y 61 con diabetes tipo 2) tratados entre 1 y 10 años con inyecciones (31 con PGE1 y 64 con MIX) realizaron el cambio por tratamiento oral a demanda con sildenafil. El cambio fue exitoso si el paciente lograba por lo menos una erección lo suficientemente firme como para mantener una relación sexual satisfactoria. Trece hombres (13.7%), todos con diabetes tipo 2 y tratados previamente con PGE1, respondieron al sildenafil. Por lo tanto, respondió el 41.9% de los pacientes tratados con PGE1. La edad del paciente y la duración del tratamiento con autoinyecciones tuvieron una influencia negativa sobre la respuesta al sildenafil, mientras que la diabetes tipo 2 y el tratamiento previo con PGE1 fueron determinantes significativos para la respuesta. Los 13 pacientes que respondieron registraron una tasa de intentos exitosos del 57.6% (136/236) y 11 estuvieron satisfechos y cambiaron la modalidad terapéutica. Así, la satisfacción global con el tratamiento por vía oral y la preferencia por el cambio fue del 11.6%. Este estudio aporta indicios de que, a pesar de la disponibilidad de agentes efectivos por vía oral, las autoinyecciones continúan siendo una terapéutica sumamente efectiva en hombres diabéticos con DE. Es poco probable que los pacientes con diabetes tipo 1, tratados previamente con una combinación de sustancias vasoactivas respondan al sildenafil, mientras que es más probable que los hombres más jóvenes con diabetes tipo 2 que utilizaron PGE1 respondan y cambien el tratamiento.

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