Daño cardiovascular en la COVID-19: Una extensión de la enfermedad pulmonar
Cardiovascular injury in COVID-19: An extension of pulmonary disease

CorSalud; 13 (1), 2021
Publication year: 2021

RESUMEN Ante la ocurrencia de un brote de neumonía en 59 pacientes sospechosos en un mercado local de mariscos en Wuhan, China, el 1 de diciembre de 2019 fue confirmado por el laboratorio el primer caso de un nuevo coronavirus, hasta entonces desconocido. El 7 de enero de 2020 fue identificado un nuevo tipo de virus de la familia Coronaviridae denominado SARS-CoV-2, agente causal de la enfermedad conocida como COVID-19. Los escasos informes iniciales limitaban la afectación al tracto respiratorio inferior. Con el progreso de la enfermedad y el cúmulo de evidencia científica, se demostró el papel fundamental que desempeña la afectación cardiovascular en el desarrollo y pronóstico de la infección. La edad es un predictor independiente de mortalidad y se ha demostrado una asociación entre la enfermedad cardiovascular preexistente y las formas graves de la enfermedad. La afectación cardiovascular puede ser directa o indirecta, se destacan el daño miocárdico agudo, la miocarditis, el infarto agudo de miocardio, la insuficiencia cardíaca, las arritmias y los eventos tromboembólicos venosos. Se añaden los efectos adversos del tratamiento de las complicaciones cardíacas y el ensayo con fármacos en los protocolos terapéuticos. En esta monografía se revisa el daño cardiovascular por la COVID-19.
ABSTRACT Faced with a pneumonia outbreak in 59 suspected patients at a local seafood market in Wuhan, China, the first case of a novel coronavirus was laboratory-confirmed on December 1, 2019. On January 7, 2020, a new type of virus of the family Coronaviridae called SARS-CoV-2 -causative agent of COVID-19- was identified. The few initial reports restricted involvement to the lower respiratory tract. Both, disease progression and build-up of scientific evidence, proved the crucial role played by cardiovascular involvement in the development and prognosis of the infection. Age is an independent predictor of mortality and an association between pre-existing cardiovascular disease and severe forms of the disease has been demonstrated. Cardiovascular involvement may be either direct or indirect; acute myocardial injury, myocarditis, acute myocardial infarction, heart failure, arrhythmias and venous embolic events stand out among others. Adverse effects of treatment for cardiac complications and drug testing in therapeutic protocols may be contributing aspects. This paper addresses cardiovascular involvement due to COVID-19.

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