Systemic lupus erythematosus and pregnancy: Strategies before, during and after pregnancy to improve outcomes
Lupus eritematoso sistémico y embarazo: estrategias antes, durante y después del embarazo para mejorar los desenlaces

Rev. colomb. reumatol; 28 (supl.1), 2021
Publication year: 2021

ABSTRACT Systemic lupus erythematosus is a multisystemic autoimmune disorder that predominantly affects women in reproductive years. Pregnancy in women with SLE is still considered a high-risk condition although several strategies may improve maternal and fetal outcomes. Preconception counseling is fundamental and should include identification of risk factors for adverse pregnancy outcomes, explanation of potential maternal and obstetric complications and timely planning of pregnancy. Risk stratification must consider end-organ damage, comorbidities, disease activity and autoantibodies profile in order to implement an individual-risk pregnancy monitoring plan by a multidisciplinary team. Hydroxychloroquine and low dose aspirin have shown to lower the risk of disease flares and preeclampsia with a good safety profile, so its use during pregnancy in all SLE patients is recommended. Lupus nephritis and preeclampsia share clinical and laboratory features hindering differentiation between both entities. Novel angiogenic markers and fetal ultrasound findings could be helpful in the differential diagnosis, especially after 20 weeks of gestation. Antiphospholipid antibodies, particularly lupus anticoagulant, are closely associated with obstetric complications. Therapy with low dose aspirin and heparin, according to risk profile, may improve live birth rates. Anti-Ro/La antibodies confer risk for neonatal lupus, and therefore preventive therapy and special fetal surveillance should be instituted.
RESUMEN El lupus eritematoso sistémico es un trastorno autoinmune multisistémico que afecta primordialmente a mujeres en edad reproductiva. El embarazo en mujeres con LES aún se considera una condición de alto riesgo, a pesar de que diversas estrategias pueden mejorar los desenlaces maternos y fetales. La asesoría preconcepción es fundamental, y debe incluir la identificación de factores de riesgo de desenlaces adversos del embarazo, una explicación de las posibles complicaciones maternas y obstétricas, así como la planificación oportuna del embarazo. La estratificación de riesgos debe considerar el daño orgánico terminal, las comorbilidades, la actividad de la enfermedad y el perfil de autoanticuerpos, a fin de llevar a cabo un plan de monitoreo de los riesgos individuales del embarazo por parte de un equipo multidisciplinario. La hidroxicloroquina y la aspirina a bajas dosis han demostrado reducir el riesgo de exacerbaciones de la enfermedad y de preeclampsia, con un buen perfil de seguridad, por lo cual se recomienda su uso en todas las pacientes con LES durante el embarazo. La nefritis lúpica y la preeclampsia comparten características clínicas y de laboratorio, obstaculizando la diferenciación entre las 2 entidades. Nuevos marcadores angiogénicos y hallazgos ecográficos fetales pudieran ser de utilidad para el diagnóstico diferencial, especialmente después de las 20 semanas de gestación. Los anticuerpos antifosfolípidos, en particular el anticoagulante lúpico, tiene una estrecha asociación con las complicaciones obstétricas. El tratamiento con aspirina a bajas dosis y heparina, según el perfil de riesgos, puede mejorar las tasas de nacimientos vivos. Los anticuerpos anti-Ro/La representan un riesgo de lupus neonatal, por lo cual debe instituirse tratamiento preventivo y vigilancia fetal especial.

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