Reduccionismo biomédico y patologización en la atención de salud mental ¿Estamos sobremedicalizando en la atención primaria?
Biomedical reductionism and pathologization in mental health care. are we overmedicalizing in primary care?
Rev. chil. salud pública; 25 (1), 2021
Publication year: 2021
La inserción de la salud mental en una atención primaria (APS) integradora ha sido una política exitosa para reducir la brecha en el tratamiento de personas que padecen trastornos mentales (TMs). Sin embargo, las consecuencias de este progreso pudiesen estar yendo más allá de las deseables. Este despliegue sustancioso de la atención de salud mental podría estar también estimulando la medicalización la vida cotidiana de las personas de manera más activa y en consecuencia coadyuvar a desactivar la potencia socializadora y trasformadora del malestar en la sociedad. En este trabajo me propongo comprender cómo los programas de salud mental en APS pudiesen estar contribuyendo a trasformar en problemas médicos expresiones del diario vivir que no lo son. Luego de examinar algunos aspectos de las políticas relacionadas con la salud mental, informes e investigaciones, sugiero que el diseño del plan de Garantías Explícitas en Salud, las tecnologías utilizadas para integrar y desarrollar la atención de salud mental, y ciertas circunstancias derivadas de este proceso, podrían estar estimulando la sobrevivencia de un modelo biomédico reduccionista y patologizador que respaldaría prác-ticas medicalizadores. Algunas sugerencias son esbozadas para el desarrollo de una política y práctica en salud que reconozca e integre la posibilidad para mitigar los potenciales efectos negativos de este fenómeno. (AU)
The insertion of mental health in comprehensive primary care (PC) has been a successful policy to reduce the gap in the treatment of people with mental disorders (MDs). However, the consequences of this progress may exceed what is desirable. This substantial deployment of mental health care could also be stimulating the medicalization of people’s daily lives in a more active way and consequently help to deactivate the socializing and transformative power of discomfort in society. In this work, I intend to understand how the mental health programs in PC could be contributing to transform expressions of daily living into medical problems that are not. After examining some aspects of mental health related policies, reports, and research, I suggest that the design of the Explicit Health Guarantees plan, the technologies used to in-tegrate and develop mental health care, and certain circumstances derived from this process, could be stimulating the survival of a reductionist and pathologizing biomedical model that would support medicalizing practices. Some suggestions are outlined for the development of health policy and practice that recognises and integrates the possibility to mitigate the potential adverse effects of this phenomenon. (AU)