Rev. chil. salud pública; 23 (2), 2019
Publication year: 2019
OBJETIVOS:
Conocer los principales actores involucrados y las brechas detectadas en el proceso de aprendizaje alimentario de una población adulta urbana en Santiago de Chile. MATERIALES Y MÉTODOS:
De una muestra de 100 beneficiarios de un CESFAM, se incluyó a quienes tuvieran un alto Índice de Alimentación Saludable (IAS). Se realizaron entrevistas semiestructuradas, las cuales fueron grabadas en audio, transcritas de manera textual y analizadas mediante la Teoría Fundamentada. RESULTADOS:
Se entrevistó a 16 personas con IAS alto, en su mayoría mujeres. Los principales actores del proceso de aprendizaje alimentario resultan ser los padres, las experiencias adquiridas en el trabajo y la consulta con el profesional nutricionista. Se detectó una brecha de educación alimentaria entre la población general y el equipo de nutricionistas en contextos de atención primaria de salud. CONCLUSIONES:
Los padres, los contextos laborales y la consulta con el nutricionista son las principales influencias en el proceso de aprendizaje alimentario. También fueron identificados tres grupos poblacionales (adolescentes femeninas, madres y niños), como poblaciones carentes de intervención nutricional de carácter educativo-preventivo por nutricionistas en el contexto de la atención primaria de salud en Chile, situación que podría perpetuar y mantener los malos hábitos de alimentación de la población general.
OBJECTIVES:
To identify key stakeholders involved in the nutritional educational processes and detect gaps in this process in an urban adult population in Santiago, Chile. MATERIALS AND METHODS:
From a sample of 100 individuals registered at a primary health care facility, those with a high Healthy Eating Index (HEI) were included in the study. Semi-structured interviews were conducted, which were recorded in audio, transcribed verbatim, and analyzed according to Grounded Theory. RESULTS:
A total of 16 people with HEI were interviewed, who were mainly women. The main actors involved in the nutritional educational process turned out to be the individuals’ parents, workplace experiences, and clinical consultations with professional nutritionists. A nutritional education gap was detected between the general population and teams of nutritionists in primary health care contexts. CONCLUSIONS:
Parents, the workplace, and consultations with nutritionists are the main influences in the nutritional learning process. Three population groups (female adolescents, mothers, and children) were also identified as lacking educational and preventive interventions by nutritionists in the primary health care context in Chile; this situation could perpetuate and maintain unhealthy eating habits among the general population.