Fractura de pelvis inestable. Estudio de cohorte longitudinal
Unstable pelvic Fractures. A Cohort Study
Rev. colomb. ortop. traumatol; 35 (1), 2021
Publication year: 2021
Introducción
No hay consenso sobre el paradigma de tratamiento óptimo para pacientes que se presentan con fractura de pelvis inestable y más si se asocia a inestabilidad hemodinámica. El estudio se realizó para determinar la experiencia en el manejo de pacientes con una fractura inestable de la pelvis, con o sin inestabilidad hemodinámica, en un centro de referencia de trauma de Medellín, Colombia, como un paso inicial para avanzar protocolos adaptados a las necesidades particulares de nuestra población.
Materiales & Métodos
Se realizó un estudio retrospectivo, observacional que incluyó pacientes con fractura pélvica por traumatismo. Se recogieron datos demográficos, signos vitales de admisión, presencia de shock al ingreso (según escala ATLS), método de control de hemorragias, requerimiento de transfusión y mortalidad global. Se realizó análisis de un subgrupo de pacientes que se presentaron con signos de Shock hemodinámica grave asociado, definido como ATLS III- IV al ingreso y requerimiento de hemoderivados de más de 8UI en las primeras 48 horas.
Resultados
Un total de 567 pacientes con fractura pélvica de cualquier tipo, entre enero de 2011 y diciembre de 2018, identificados en las bases de datos de la institución, de los cuales 149 pacientes presentaron un patrón de fractura inestable de la pelvis (FIP). El 68.1% de los pacientes eran varones, con una edad media de 34 RIQ; 30 años y una puntuación de gravedad de la lesión (ISS) de 34 RIQ: 20. La mortalidad hospitalaria fue del 13.3%. La angioembolización y la colocación de fijadores externos fueron el método más común de control de hemorragias utilizado. Un total de 37 pacientes (27%) se sometieron intervención para el control de la hemorragia en las primeras 48 horas. Hubo 37 pacientes con fractura pélvica admitidos en estado de shock grave o requerimiento de más de 8U hemoderivados, 17 pacientes requirieron intervención en la pelvis, únicas o combinadas. La mortalidad calculada para estos pacientes fué de 32%.
Discusión
Los pacientes con FPI admitidos en nuestra institución tienen una alta mortalidad y es aún mayor en los pacientes quienes se presentan con Shock grave. Se utilizaron varios métodos para el control de la hemorragia de forma semejante a las indicadas en la literatura actual. Requerimos un esfuerzo institucional sostenido para tratar las fracturas pélvicas y disminuir la mortalidad de nuestros pacientes y conocer nuestra población nos permite orientar las estrategias de manejo.
Background
There is no consensus about treatment for patients with an unstable pelvic fracture and even less when hemodynamic instability is associated with. Study was conducted to determine the outcome in the management of patients with an unstable fracture of the pelvis, with or without hemodynamic instability, in a trauma referral center in Medellín, Colombia.
Methods
A retrospective, longitudinal cohort study was conducted including patients with pelvic fracture due to trauma. Demographic data, vital signs on admission, presence of hemodynamic shock on admission (according to the ATLS scale), method of bleeding control, transfusion requirement and overall mortality rate were collected. An analysis was performed on a subgroup of patients who presented with signs of associated severe hemodynamic shock, defined as ATLS III-IV upon admission and a requirement for blood products of more than 8IU in the first 48hours.
Results
A total of 567 patients with any type of pelvic fracture, between January 2011 and December 2018, identified in the institution's databases, of which 149 patients presented an unstable pelvic fracture pattern (FIP). 68.1% of the patients were male, with a mean age of 34 IQR; 30 years and an Injury Severity Score (ISS) of 34 IQR: 20. Hospital mortality was 13.3%. Angioembolization and external fixator placement were the most used method of bleeding control. A total of 37 patients (27%) underwent intervention to control bleeding in the first 48hours. There were 37 patients with pelvic fracture admitted in a state of severe shock or requiring more than 8U of blood products, 17 patients required intervention in the pelvis, using single or combined ways. The mortality calculated for these patients was 32%.
Discussion
Patients with unstable pelvis fractures admitted to our institution have a high mortality rate and it is even higher in patients who present with severe shock. Various methods were used to control bleeding similar to those indicated in the current literature. We require a sustained institutional effort to treat pelvic fractures and reduce the mortality of our patients, and knowing our population characteristcs allows us to guide management strategies.