Rev. enferm. Inst. Mex. Seguro Soc; 30 (1), 2022
Publication year: 2022
Introducción:
México se encuentra en los primeros lugares de embarazo en la adolescencia entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. Por lo tanto, el embarazo de primera vez y subsecuente representa un problema sanitario con impacto negativo en el desarrollo de la adolescente y su hijo, por lo que es necesario estudiar el fenómeno a fin de prevenirlo y contribuir al mejoramiento de las condiciones de salud y vida de dos grupos vulnerables (adolescentes e hijos).
Desarrollo:
las causas del embarazo subsecuente son diversas, implican aspectos relacionados con el entorno familiar y comunitario, el acceso a los servicios de salud y el nivel educativo. Aunque no es exclusivo de un estrato social, se presenta con mayor frecuencia en adolescentes de bajos recursos. Las consecuencias son de índole físico, psicológico, económico y social, y agudizan las condiciones negativas de salud y las mencionadas como causas, con riesgo de que se repita y se perpetue el problema.
Conclusiones:
las intervenciones basadas en la atención centrada en la persona han mostrado efectos positivos en la conducta anticonceptiva de las adolescentes. Su adopción e implementación en países en desarrollo amerita la suma de esfuerzos interinstitucionales e interdisciplinares de forma vertical y transversal, con sentido bidireccional, a fin de hacer cambios significativos en la prevención de este fenómeno.
Introduction:
Mexico ranks in the first places of teenage pregnancy among the countries of the Organisation for Economic Co-operation and Development. For this reason, the first and subsequent pregnancy represents a health problem with a negative impact on the development of the adolescent girl and her child, which is why it is necessary to study the phenomenon, in order to prevent it and to contribute to the improvement of health and living conditions of two vulnerable groups (adolescents and children).
Development:
The causes of subsequent pregnancy are diverse, involving aspects related to the family and community environment, as well as access to health services, and the educational level. Although it is not exclusive to a social stratum, it occurs more often in low-income adolescents. The consequences are of a physical, psychological, economic and social nature, and they exacerbate the negative health conditions and those mentioned as causes, with the risk of repeating and perpetuating the problem.
Conclusions:
Person-centered interventions have demonstrated positive effects on the contraceptive behavior of adolescents. Its adoption and implementation in developing countries deserve the sum of inter-agency and interdisciplinary efforts in a vertical and cross-cutting manner with a two-way sense of making significant changes in the prevention of this phenomenon.