Retraso en la detección e intervención de la hipoacusia en niños en Colombia
Delays in the detection and intervention of hearing loss in children in Colombia

Acta otorrinolaringol. cir. cuello (En línea); 50 (2), 2022
Publication year: 2022

En mi práctica médica profesional, en la que me desempeño como otorrinolaringóloga-otóloga, veo cada vez con más preocupación el retraso tan severo que tenemos para el diagnóstico de la hipoacusia neurosensorial congénita y, por la tanto, en su pronta y adecuada intervención. Todos los neonatos o recién nacidos deben recibir un tamizaje auditivo al nacer con el objetivo de realizar un tamizaje auditivo al mes de nacido, un diagnóstico a los tres meses e intervención a los seis meses (1). En Colombia, a pesar de que la Ley y el Ministerio de Salud tiene reglamentado el tamizaje auditivo universal, este desafortunadamente no se está llevando a cabo como debe ser. La hipoacusia neurosensorial congénita, como ya ha sido previamente clasificada y descrita, tiene un origen genético en el 50 %, mientras que el otro 50 % es de origen no genético. Según las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 15 % de la población mundial padece algún grado de pérdida auditiva; de estos, el 5,3 % corresponde a una pérdida auditiva discapacitante, que en niños se ha descrito como pérdidas auditivas iguales o superiores a 31dB con una prevalencia mundial en niños del 1,7 %, lo que correspondería aproximadamente a 32 millones de niños en el mundo. Según publicación de Korver y colaboradores, hacia 2010 1 a 2 de cada 1000 nacidos vivos estaría afectado con hipoacusia congénita bilateral severa a profunda, pero este número es 10 veces mayor en poblaciones con factores de riesgo como prematurez, ictericia neonatal, entre otros (2).

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