Rev. cuba. anestesiol. reanim; 21 (1), 2022
Publication year: 2022
Introducción:
Múltiples han sido las muertes y contagios por el nuevo coronavirus. En medio de este contexto el contagio de la enfermedad en pacientes embarazadas ha sido bien documentado. Objetivo:
Presentar los eventos ocurridos en embarazadas para transmitir la experiencia a quienes tratan estas pacientes. Presentación del caso:
Se expone el caso de una gestante de 24 años, obesa, con embarazo de 25 semanas. Fue ingresada con neumonía por COVID-19 y evolución hacia la insuficiencia respiratoria grave que fallece durante la cesárea. Se recibió en el quirófano con hipoxemia e hipercapnia, taquicardia, cianosis, oliguria y ventilada a presión positiva con oxígeno al 100 %. Se conduce con ketamina, fentanilo y rocuronio. A los 35 min, y posterior a la histerotomía, presentó bradicardia progresiva, por lo que se inicia compresiones torácicas externas y tratamiento farmacológico. Se recuperó el ritmo sinusal a los 12 min, pero recidiva la parada en asistolia a los 20 min, con cianosis en esclavina. Se implementó compresiones y administración de epinefrina hasta fallecer 30 min después por no recuperación de ritmo y signos ciertos de la muerte. Conclusiones:
La atención multidisciplinaria mejora las condiciones de tratamiento en todas las etapas. El manejo anestésico individualizado ofrece una estrategia invaluable en casos como estos, independientemente del resultado. El tromboembolismo pulmonar en la gestante es un riesgo latente y asociado a la COVID-19, incrementa, exponencialmente, su letalidad.
Introduction:
Multiple deaths and infections due to the new coronavirus have occurred. In the midst of this context, the spread of the disease in pregnant patients has been well documented. Objective:
Present the events that occurred in pregnant women, in order to share the experience with those who treat these patients. Presentation of the case:
The case of a 24-year-old pregnant woman, obese, with a pregnancy of 25 weeks is presented. She was admitted with COVID-19 pneumonia and evolution towards severe respiratory failure led to her death during cesarean section. She was received in the operating room with hypoxemia and hypercapnia, tachycardia, cyanosis, oliguria and ventilated at positive pressure with 100% oxygen. She was treated with ketamine, fentanyl and rocuronium. At 35 min, and after hysterotomy, she presented progressive bradycardia, so external chest compressions and pharmacological treatment were initiated. The sinus rhythm was recovered at 12 min, but the asystole stop relapsed at 20 min, with cyanosis. Compressions and administration of epinephrine were implemented until death 30 minutes later due to non-recovery of rhythm and certain signs of death. Conclusions:
Multidisciplinary care improves treatment conditions at all stages. Individualized anesthetic management offers an invaluable strategy in cases like these, regardless of the outcome. Pulmonary thromboembolism in pregnant women is a latent risk associated with COVID-19, exponentially increasing its lethality.