Rev. cuba. med. gen. integr; 38 (1), 2022
Publication year: 2022
Introducción:
Con el estudio de las enfermedades cardiovasculares se ha logrado identificar las variables biológicas y estilos de vida, lo que ha permitido que la hipertensión arterial y sus complicaciones sean prevenibles y controlables. Objetivo:
Determinar la frecuencia del consumo de alimentos y actividad física en pacientes hipertensos del Centro de Atención Primaria III Huaycán, Lima, Perú. Métodos:
Se realizó un estudio observacional descriptivo, transversal y cuantitativo en pacientes hipertensos pertenecientes al programa del adulto mayor. Se recolectaron datos sociodemográficos, antropometría y presión arterial. Se aplicó el cuestionario internacional de actividad física y frecuencia de consumo de alimentos. Se analizaron estadísticas descriptivas, prueba de Chi cuadrado, ANOVA y Rho Spearman en SPSS 23. Resultados:
Se evaluaron 570 pacientes, 61,8 por ciento pertenecía al sexo femenino, 39,5 por ciento tenía estudios de secundaria, 65,3 por ciento consumía antihipertensivos regularmente. La media del índice de masa corporal para mujeres fue 28,23±4,66 kg/m2. La presión arterial sistólica para el sexo masculino fue 132,89±13,42 mmHg y para el femenino, de 130,92±13,19 mmHg. El 13,5 por ciento tenía obesidad y cifras tensionales hipertensivas, 71,1 por ciento consumía pollo, 77,2 por ciento pan, cereales, arroz, pastas y trigo todos los días a la semana, mientras que 50,9 por ciento consumía frituras cuatro días por semana; 44,7 por ciento tenía bajo nivel de actividad física y cifras tensionales hipertensivas (p = 0,03). Conclusiones:
La alimentación en la población de estudio era diversa, basada en alta ingesta de carbohidratos y grasas. Se evidenció que las personas con menos actividad física tenían mayores cifras tensionales. Es de considerar que la dieta saludable y la actividad física son factores complementarios al tratamiento farmacológico para el control de estos pacientes(AU)
Introduction:
The study of cardiovascular diseases has permitted the identification of biological variables and lifestyles, which, in turn, has made hypertension and its complications preventable and controllable. Objective:
To determine the frequency of food consumption and physical activity in hypertensive patients in the primary care center III Huaycán, Lima, Peru. Methods:
A descriptive, cross-sectional, observational and quantitative study was carried out with hypertensive patients belonging to the elderly program. Sociodemographic, anthropometric and blood pressure data were collected. The international questionnaire of physical activity and frequency of food consumption was applied. Descriptive statistics, chi-square test, ANOVA and Rho Spearman were analyzed using SPSS 23. Results:
570 patients were assessed: 61.8 percent were female, 39.5 percent had high school education, and 65.3 percent consumed antihypertensive drugs regularly. The mean body mass index for women was 28.23±4.66 kg/m2. Systolic blood pressure for the male sex was 132.89±13.42 mmHg and 130.92±13.19 mmHg for the female sex. 13.5 percent had obesity and hypertensive blood pressure levels, 71.1 percent ate chicken, 77.2 percent consumed bread, cereals, rice, pasta and wheat every day of the week, while 50.9 percent consumed fried foods four days a week. 44.7 percent had a low level of physical activity and hypertensive blood pressure levels (P=0.03). Conclusions:
The diet in the study population was diverse, based on high intake of carbohydrates and fats. People who did less physical activity evidently showed higher blood pressure numbers. A healthy diet and physical activity are to be considered complementary factors to pharmacological treatment for controlling these patients(AU)