Hiperinfección por Strongyloides stercolaris de aparición temprana después del tratamiento corticosteroideo de un síndrome nefrótico
Hyperinfection on Strongyloides stercolaris of early appearance after corticosteroid treatment of a nephrotic syndrome
Rev. cuba. med. trop; 74 (1), 2022
Publication year: 2022
Strongyloides stercolaris es un parásito endémico de áreas tropicales que infecta a su huésped a través de la penetración transcutánea de sus larvas filariformes. Generalmente, la infección por S. stercolaris transcurre de forma asintomática; pero en un porcentaje de pacientes inmunodeprimidos puede acontecer el síndrome de hiperinfección con diversas manifestaciones. La asociación de S. stercolaris con la afectación glomerular es inusual. Se reporta el caso de una paciente de 42 años, que acudió a Urgencias por disnea y edemas. Los síntomas y hallazgos en los exámenes de laboratorio fueron compatibles con síndrome nefrótico. La paciente ingresó en Nefrología para recibir tratamiento corticoesteroideo intravenoso, así como la realización de una biopsia renal. Tras 10 días de tratamiento presentó mejoría clínica y se dio el alta a la espera de los resultados anatomopatológicos. Diez días más tarde acudió nuevamente por dolor abdominal intenso, deposiciones diarreicas y persistencia de la disnea. La paciente se diagnosticó con síndrome de hiperinfección por S. stercolaris secundario al tratamiento inmunosupresor recibido. Los síntomas se resolvieron con ivermectina y albendazol. Los resultados de la biopsia revelaron hallazgos compatibles con glomerulonefritis por cambios mínimos secundarios a la infección por S. stercolaris. Si bien la glomerulopatía suele manifestarse entre el primer y segundo mes de tratamiento inmunosupresor, en el presente trabajo se observó una aparición precoz de los síntomas respecto al resto de casos, que se manifestó en el día 21 de tratamiento corticoesteroideo(AU)
Strongyloides stercolaris is an endemic threadworm from tropical areas that infects its host through transcutaneous penetration of its filariform larvae. Generally, S. stercolaris infection is asymptomatic. However, in a percentage of immunosuppressed patients, the hyperinfection syndrome may occur, presenting constitutional symptoms, gastrointestinal, pulmonary and, sometimes, central nervous system symptoms. The association between S. stercolaris and glomerular damage is unusual. We report the case of a 42-year-old Bolivian patient, living in Spain, that came to the emergency room due to edema in lower limbs and dyspnea. Symptoms and laboratory test results were compatible with nephrotic syndrome, so she was admitted to Nephrology to receive treatment with intravenous corticosteroids, as well as a renal biopsy. After 10 days of treatment, she presented clinical improvement, so she was discharged waiting the anatomopathological results. Ten days later, she was readmitted due to severe abdominal pain, diarrhea, and persistent dyspnea. The patient was diagnosed with hyperinfection syndrome due to S. stercolaris secondary to the immunosuppressive treatment received. Symptoms resolved with ivermectin and albendazole. Biopsy results revealed findings consistent with minimal change disease secondary to S. stercolaris infection. Although glomerulopathy usually appears between the first and second month after immunosuppressive treatment, in the present study, an early appearance of symptoms was observed compared to the rest of the cases, appearing on day 21 of corticosteroid treatment(AU)