Actual. nutr; 24 (1), 2023
Publication year: 2023
Introducción:
El consumo de bebidas analcohólicas ha aumentado. Médicos y enfermeros resultan estratégicos para promocionar cambios en el estilo de vida.
Objetivos:
Establecer: la prevalencia de consumo habitual de bebidas analcohólicas comerciales entre médicos y enfermeros, la percepción del carácter saludable, la asociación entre percepción y consumo, y si las técnicas de mercadeo social modifican la percepción y los cambios de hábitos de hidratación. Materiales y métodos:
Se incluyeron médicos y enfermeros de las salas de internación. Completaron una encuesta sobre consumo habitual y percepción del carácter saludable de las bebidas. Se realizaron dos intervenciones educativas nutricionales. Al mes, se aplicó un cuestionario sobre percepción y, a quienes refirieron consumo habitual, una encuesta para evaluar cambios de hábitos de hidratación (Prochaska). Diseño Cuasi-experimental, antes/después. Estadística descriptiva (tendencia central y dispersión; frecuencias y proporciones). Estadística inferencial (chi2 significancia del 0,05, Stata 14). Resultados:
De los 105 encuestados se observó un consumo habitual: 72,4% (76). Previa a la intervención:
el 85,7% (90) consideró no saludable a las gaseosas con azúcar; siendo menor para jugos (59-56,2%) y aguas saborizadas con azúcar (52-49,5%). En su versión sin azúcar consideraron no saludables a:
gaseosas 33,3% (35), jugos comerciales 20% (21), y aguas saborizadas
17,1% (18). Dentro de la variedad sin azúcar, quienes consumían gaseosas, jugos y aguas saborizadas, tuvieron una percepción significativamente más saludable: p 0,046, p 0,006 y p 0,0001 respectivamente. Pos intervención, hubo diferencias significativas en la percepción en todos los grupos de bebidas excepto en las gaseosas con azúcar (p 0,190). Entre quienes consumían habitualmente, 60,5% (46) respondió haber iniciado cambios en su hidratación.
Conclusiones:
La intervención educativa generó cambios en la percepción y en hábitos no saludables. Existe la necesidad de instaurar herramientas innovadoras y espacios sostenidos de educación nutricional para profesionales, teniendo en cuenta su importante rol en la transmisión de conocimientos a los pacientes
Introduction:
The consumption of non-alcoholic beverages has increased. Doctors and nurses are strategic in promoting changes in lifestyle. Objectives:
To establish: the prevalence of habitual consumption of commercial non-alcoholic beverages among doctors and nurses, perception of healthy character, association between perception and consumption, whether social marketing techniques modify perception, changes in hydration habits. Materials and methods:
Physicians and nurses from the hospitalization wards were included. They completed a survey on habitual consumption and perception of the healthy nature of beverages. Two nutritional educational interventions were carried out. After a month, a questionnaire on perception was applied and, to those who reported habitual consumption, a survey to evaluate changes in hydration habits (Prochaska). Quasi-experimental design, before/after. Descriptive statistics (central tendency and dispersion; frequencies and proportions). Inferential statistics (chi2 significance of 0.05, Stata 14). Results:
Of the 105 respondents, habitual consumption was observed: 72.4% (76). Before the intervention:
85.7% (90) considered soft drinks with sugar unhealthy; being lower for juices (59-56.2%) and flavored waters with sugar (52-49.5%). In its version without sugar, they considered unhealthy: soft drinks 33.3% (35), commercial juices 20% (21), and flavored waters 17.1% (18). Within the sugar-free variety, those who consumed soft drinks, juices and flavored waters had a significantly healthier perception: p 0.046, p 0.006 and p 0.0001 respectively. Post-intervention, there were significant differences in perception in all beverage groups except soft drinks with sugar (p 0.190). Of those who regularly consumed, 60.5% (46) responded that they had initiated changes in their hydration. Conclusions:
The educational intervention generated changes in perception and in unhealthy habits. There is a need to establish innovative tools and sustained spaces for nutritional education for professionals, taking into account their important role in transmitting knowledge to patients