Rev. cuba. oftalmol; 35 (2), 2022
Publication year: 2022
Objetivo:
Determinar la relación entre el grosor del complejo nervio óptico-vaina, mensurado por ecografía y la hipertensión intracraneal. Métodos:
Se realizó un estudio observacional descriptivo y longitudinal en 144 órbitas de 72 pacientes con diagnóstico clínico de hipertensión intracraneal. Una vez alcanzada la mejoría clínica, se les practicó ultrasonido orbitario al inicio del diagnóstico, el cual permitió mensurar la vaina meníngea, el nervio óptico, el complejo nervio óptico-vaina y la altura de la papila. Resultados:
En la totalidad de los casos el grosor inicial de la vaina fue ≥ 3 mm, el del complejo nervio óptico-vaina > 5 mm, y la altura de la papila > 0,8 mm, mientras que el del nervio óptico no superó los 3 mm. Tras alcanzar la mejoría clínica se demostró disminución de todas estas variables, con excepción del nervio óptico, cuyo diámetro casi no se modificó. Algunas diferencias evidenciadas entre la primera y la segunda medición ecográfica fueron estadísticamente significativas. Conclusión:
Por tanto, este proceder se ratifica como parte del monitoreo neurológico integral en pacientes con hipertensión intracraneal sospechada o confirmada(AU)
Objective:
To determine the relationship between the thickness of the optic nerve- sheath complex as measured by ultrasound and intracranial hypertension. Methods:
A descriptive and longitudinal observational study was performed in 144 orbits of 72 patients with a clinical diagnosis of intracranial hypertension. Once clinical improvement was achieved, orbital ultrasound was performed at the beginning of the diagnosis, which allowed measuring the meningeal sheath, the optic nerve, the optic nerve-sheath complex and the height of the papilla. Results:
In all cases the initial thickness of the sheath was ≥ 3 mm, that of the optic nerve-sheath complex > 5 mm, and the height of the papilla > 0.8 mm, while that of the optic nerve did not exceed 3 mm. After reaching clinical improvement, a decrease in all these variables was demonstrated, with the exception of the optic nerve, whose diameter was almost unchanged. Some differences between the first and second ultrasound measurements were statistically significant. Conclusion:
Therefore, this procedure is ratified as part of the full neurological monitoring in patients with suspected or confirmed intracranial hypertension(AU)