La telemedicina como herramienta en tiempos de COVID-19 enPerú
The telemedicine as tool in times of COVID-19 inPerú
Rev. cuba. salud pública; 48 (4), 2022
Publication year: 2022
La pandemia de la COVID-19, enfermedad producida por el nuevo coronavirus, SARS- CoV-2, que apareció en la República Popular de China a finales del año 2019, ha causado un gran impacto negativo en la salud pública a nivel mundial.1 Además de provocar una alta tasa de contagios y muertes, ha transformado la vida de la humanidad. En el sector de la salud, su infraestructura, el personal y los protocolos de seguridad tuvieron que ser replanteados para enfrentarla, incluso a expensas de marginar del centro de atención a los pacientes de otras enfermedades.2
Con la llegada de la pandemia al Perú, el 30 de marzo de 2020, se implementaron de inmediato, bajo los criterios adecuados, los servicios de teleconsulta y telemonitoreo. El 10 de mayo del mismo año, la revisión del marco de la telemedicina marcó un hito importante para el sistema de salud integrado, pues permitió la prescripción digital de medicamentos, así como la transferencia en línea de datos personales y la historia clínica entre las instituciones y compañías de salud.3
Sin embargo, fundar el sistema nacional de telemedicina sobre la base de una infraestructura de internet insuficiente, inadecuado y caro, aún constituye un hecho eventual y limitado. Sobre todo, por la influencia determinante de las barreras de acceso que presenta la geografía accidentada y variada de Perú en las condiciones de la educación y la salud, con una relación inversamente proporcional al grado de dificultad para llegar al sitio.
Según la región de que se trate, son también los comportamientos que se asocian con el tratamiento médico de urgencia y el uso indiscriminado de la automedicación (en el caso del tratamiento farmacológico), entre otros problemas de salud. Por ejemplo, en la costa, la sierra y la selva se reportan tasas de mortalidad en menores de cinco años del 26, 39 y 42 por ciento, respectivamente.4 Mientras, el reporte del 63,3 por ciento de la población de la costa, un 36 por ciento, de los Andes y un 33 por ciento, de la selva con acceso a internet, son muestras elocuentes de las marcadas diferencias existentes que también ha devenido en una especie de barrera tecnológica para los servicios de telemedicina a nivel nacional.3
Otro impedimento reportado es que casi el 70 por ciento de la población peruana no puede tener una computadora en casa o un teléfono inteligente con conexión a internet adecuado, por pertenecer a estratos socioeconómicos bajos y carecer de las imprescindibles habilidades tecnológicas para una teleconsulta. Sin embargo, se ha planteado una normativa relacionada con la telemedicina para avanzar y acercar la tecnología a los sectores más desposeídos.4 El 20 de abril de 2020, según el Ministerio de Salud del Perú (MINSA), luego de lanzar el sitio web de telemedicina Teleatiendo para solicitar consultas en línea, recibieron más de 4300 solicitudes en las primeras dos semanas del lanzamiento de dicho programa. Además, el gobierno creo la app Perú en tus manos, que permitió al personal médico conocer por medio del servicio de localización las zonas dónde había mayor probabilidad de contagios por la COVID-19.5
Durante los primeros meses de la pandemia en Perú, hubo un significativo retraso en el diagnóstico y tratamiento de miles de pacientes con enfermedades crónicas como el cáncer. Por ello, las áreas oncológicas de las clínicas privadas paulatina y parcialmente se abrieron y se elaboró una guía con los protocolos de bioseguridad, consultas en línea y telefónicas y, sobre el tratamiento general, quimioterapéutico y quirúrgico para tratarlos y evitarles una posible infección por COVID-19.2
Esta pandemia creó una oportunidad para ampliar los servicios de telemedicina y telemonitoreo a los pacientes, sin embargo, es necesario evaluar el tipo de servicio de salud que se implementa y las condiciones mínimas requeridas para su acceso. Además, se pronostica que la telemedicina en el Perú podría fortalecer los programas de prevención de las enfermedades crónicas en su población(AU)