Rev. Soc. Colomb. Oftalmol; 54 (1), 2021
Publication year: 2021
Introducción:
Se presenta un caso clínico de un paciente joven con una fístula carotidocavernosa traumática que requirió embolización con coils como manejo definitivo.
Objetivo:
Dar a conocer la importancia de realizar unos adecuados enfoque, diagnóstico y tratamiento ante una fístula carotidocavernosa que presente compromiso oftalmológico, para disminuir el riesgo de presentar complicaciones oculares que pueden ser devastadoras.
Resumen del caso:
Varón de 27 años que sufrió un traumatismo craneoencefálico, el cual generó afectación oftalmológica que involucra desde el segmento anterior hasta el segmento posterior, con un leve compromiso de la agudeza visual. Requirió manejo multidisciplinario en conjunto con el servicio de neurocirugía para tratamiento endovascular, con posterior resolución de los signos y síntomas clínicos.
Conclusiones:
Las fístulas carotidocavernosas de alto flujo son las más frecuentes y suelen ocurrir en pacientes jóvenes con antecedentes de traumatismo craneoencefálico. Estas fístulas presentan múltiples manifestaciones clínicas oculares, por lo que los oftalmólogos deben ser capaces de hacer un adecuado enfoque y solicitar los estudios paraclínicos necesarios para hacer el diagnóstico y el tratamiento oportuno
Introduction:
We presents a clinical case of a young patient with traumatic carotid-cavernous fistula who required coil embolization as definitive management.
Objective:
To make known the importance of carrying out an adequate approach, diagnosis and treatment in the patient with carotid-cavernous fistula that presents an ophthalmological findings in order to reduce the risk of presenting ocular complications that can be devastating.
Case summary:
A 27-year-old male patient who presented cranioencephalic trauma generating ophthalmological changes that involves from the anterior segment to the posterior segment, with a mild compromise of visual acuity, multidisciplinary management required in conjunction with neurosurgery service for endovascular management with subsequent resolution of the clinical signs and symptoms.
Conclusions:
Carotid-cavernous high-flow fistulas are the most frequent and they are associated with young patients with a history of head trauma. These fistulas present multiple ocular clinical manifestations, so ophthalmologists must be able to make an adequate approach and request the necessary paraclinical to make the diagnosis and timely treatment