Repert. med. cir; 33 (1), 2024
Publication year: 2024
Introducción:
el tromboembolismo pulmonar (TEP) se ha clasificado de acuerdo con las características del paciente y los hallazgos paraclínicos en riesgo bajo, intermedio y alto, siendo la mayor dificultad para el clínico el manejo del TEP de tipo intermedio, antes conocido como submasivo, donde existe controversia sobre las recomendaciones para trombólisis sistémica. Algunos autores y publicaciones señalan su uso, pero la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) y la Asociación Americana de Hematología (ASH) no lo recomiendan. Materiales y métodos:
revisión sistemática de la literatura con un total de 28 artículos extraídos de la búsqueda en las bases de datos; de estos, 7 cumplían con los criterios de inclusión (6 revisiones sistemáticas/metaanálisis y una prueba de análisis secuencial sobre ensayos aleatorizados), para un compendio de 39.879 pacientes con TEP. Resultados:
dentro de los desenlaces evaluados, el sangrado mayor ocurrió en 8.1 a 9.24%, la mortalidad en quienes se les realizó trombólisis sistémica se reportó entre un 2.1 y 2.2%, encontrando disminución en el riesgo de deterioro hemodinámico al comparar la trombólisis sistémica con la anticoagulación, informando 4.1% versus 14.1% respectivamente. Discusión y conclusiones:
en los estudios analizados, la trombólisis sistémica en los pacientes con TEP de riesgo intermedio no demostró impacto en cuanto a mortalidad ni desarrollo de hipertensión pulmonar secundaria, sin embargo, existe evidencia contradictoria respecto a su posible valor en la recurrencia del evento, que en la mayoría de los casos sobrepasa el riesgo de sangrado mayor (cercano a 10%).
Introduction:
pulmonary embolism (PE) can be classified into low, intermediate, and high-risk, based on the patient characteristics and symptoms. Intermediate-risk PE, formerly known as submassive PE, poses the greatest challenge to clinicians, as indication for systemic thrombolytic therapy, remains controversial. Some authors and publications recommend its use, but the European Society of Cardiology (ESC) and the American Society of Hematology (ASH) do not. Materials and methods:
a systematic literature review of 28 articles retrieved from search databases; of which, 7 met the inclusion criteria (6 systematic reviews/meta-analyses and a sequential analysis test on randomized trials) analyzing 39.879 PE patients. Results:
among the assessed outcomes, major bleeding occurred in 8.1 to 9.24%, mortality in those who underwent systemic thrombolytic therapy was reported to be 2.1 to 2.2%; when comparing systemic thrombolytic therapy with anticoagulation therapy for preventing hemodynamic deterioration, the results were 4.1% and 14.1% respectively. Discussion and conclusions:
the analyzed studies evidenced no impact on mortality or development of secondary pulmonary hypertension, in intermediate-risk PE patients receiving systemic thrombolytic therapy. However, results on its possible prevention of PE recurrence, while exceeding the risk of major bleeding (in nearly 10%), in most cases, are contradictory.