Los cambios climáticos: ¿pueden afectar en epilepsia? Revisión del tema con presentación de 2 casos clínicos
Climate change: can it affect epilepsy? Review of the topic with presentation of 2 clinical cases
Rev. chil. psiquiatr. neurol. infanc. adolesc. (Impr.); 35 (1), 2024
Publication year: 2024
Muchas enfermedades neurológicas son condiciones crónicas complejas influenciadas
en muchos niveles por cambios en el medio ambiente. El cambio climático (CC) se
refiere a la gama más amplia de cambios locales, regionales y globales en los patrones climáticos promedio, impulsados principalmente, en los últimos 100 años, por actividades antropogénicas. Diversas variables climáticas se asocian con una mayor frecuencia de convulsiones en personas con epilepsia. Es probable que los riesgos se vean modificados por muchos factores, que van desde la variación genética individual y la función del canal dependiente de la temperatura, hasta la calidad de la vivienda y las cadenas de suministro globales. Los diferentes tipos de epilepsia parecen tener una distinta susceptibilidad a las influencias estacionales. El aumento de la temperatura corporal, ya sea en el contexto de la fiebre o no, tiene un papel crítico en el umbral convulsivo. Es probable que los vínculos entre el cambio climático y la epilepsia sean multifactoriales, complejos y, a menudo, indirectos, lo que dificulta las predicciones. Actualmente necesitamos más datos sobre los posibles riesgos en enfermedades; entre ellas la epilepsia. Se presentan 2 casos clínicos que refieren cambios en la frecuencia de sus crisis en relación a las altas temperaturas registradas.
Many neurological diseases are complex chronic conditions influenced on many levels by changes in the environment. Climate change refers to the widest range of local, regional, and global changes in average weather patterns, driven primarily, over the past 100 years, by anthropogenic activities. Various climatic variables are associated with an increased
frequency of seizures in people with epilepsy. Risks are likely to be modified by many factors,
ranging from individual genetic variation and temperature-dependent channel function, to
housing quality and global supply chains. Different types of epilepsy appear to have different
susceptibility to seasonal influences. Increased body temperature, whether in the context of
fever or not, plays a critical role in the seizure threshold. The links between climate change
and epilepsy are likely to be multifactorial, complex, and often indirect, making predictions
difficult. We currently need more data on the possible risks of disease; among them epilepsy.
We present 2 clinical cases that refer to changes in the frequency of their seizures in relation
to the high temperatures recorded.