Primer trasplante renal en Colombia en paciente con infección por VIH
First kidney transplant in Colombia in a patient with HIV infection
Acta méd. colomb; 40 (2), 2015
Publication year: 2015
La infección por el virus de la inmunodeficiencia adquirida (VIH) ha aumentado su prevalencia a nivel mundial, la tercera parte de los pacientes desarrollan compromiso de la función renal y pueden llegar a requerir terapia de reemplazo renal. La terapia antirretroviral altamente efectiva (HAART) ha mejorado la supervivencia de los pacientes con dicha infección y ha motivado que esta población sea hoy considerada para ingresar a lista de trasplantes. Presentamos el caso de un paciente con enfermedad renal crónica secundaria a toxicidad por indinavir, quien permaneció durante cuatro años en hemodiálisis y recibe injerto renal de donante vivo, ha tenido seguimiento durante siete años con evolución favorable, sin rechazo, infecciones oportunistas ni complicaciones cardiovasculares, en manejo con terapia HAART logrando óptimo control virológico e inmunológico. La infección por VIH no es una contraindicación para recibir un trasplante renal y contribuye a mejorar calidad de vida y morbimortalidad en esta población. (Acta Med Colomb 2015; 40: 162-165).
Infection by human immunodeficiency virus (HIV) has increased its prevalence worldwide. One third of patients develop renal function involvement and might require renal replacement therapy. The highly active antiretroviral therapy (HAART) has improved survival of patients with this infection and this has motivated that this population be now considered for entering a transplant list. We report the case of a patient with chronic kidney disease secondary to toxicity by indinavir, who spent four years in hemodialysis and receives renal graft from living donor, has been followed up for 7 years with favorable evolution, without rejection, opportunistic infections or cardiovascular complications, and is being managed with HAART achieving optimal virological and immunological control. HIV infection is not a contraindication for renal transplantation and contributes to improving quality of life, morbidity and mortality in this population. (Acta Med Colomb 2015; 40: 162-165).