Los trastornos auditivos constituyen un problema de salud de importancia para la población infantil, por los efectos negativos que éstos conllevan en su desarrollo personal, familiar y social. Detectarlos precozmente permite la intervención temprana de los mismos con la finalidad de evitar consecuencias negativas aún mayores. Se realizó un TAMIZAJE en dos Institutos Educativos de Caracas 1999, para determinar la prevalencia de pérdidas auditivas en una muestra de 103 niños de ambos sexos con edades comprendidas entre los 5,6 y 7 años, a quienes se les practicó una Audiometría Tonal por Vía Aérea en ambiente no sonoaislado y una evaluación Impedanciométrica para determinar el tipo de curva Timpanométrica y la presencia de los Reflejos Estapediales. Los valores de los umbrales auditivos obtenidos fueron clasificados según la escala propuesta por Katz, y las curvas timpanométricas según la clasificación propuesta por Jerger. Los resultados arrojaron un 5 por ciento de pérdida auditiva para el oído derecho, un 13 por ciento para el oído izquierdo y 1,94 por ciento con pérdida bilateral. El 49,6 por ciento mostró Timpanogramas tipo As, B y C; un 27 por ciento mostró ausencia de Reflejos Estapediales