El análisis conjunto de las diversas alteraciones que presenta el paciente con fisura, con la participación simultánea de las distintas disciplinas reunidas para su discusión, la jerarquización de los trastornos en cuanto a la oportunidad del tratamiento, la puntualización de los objetivos a alcanzar en cada etapa de su evolución (crecimiento, desarrollo, maduración), el seguimiento y reevalución permanente de los resultados, la participación activa del grupo familiar, son aspectos necesarios en el tratamiento de esta patología. En el mundo, distintas escuelas aplican diferentes criterios en cuanto a la oportunidad de las intervenciones y técnicas adecuadas. La controversia a favor o en contra del tratamiento ortopédico temprano aun continúa. Es decir que, actualmente, no existe unidad de criterio en cuanto a la conducta terapéutica. Los objetivos del ortodoncista a lo largo de las distintas etapas de tratamiento, invariablemente están referidos a la organización del sistema estomatognático en referencia a la estética y a la función. El protocolo propuesto, que es perfectible, serviría para ser discutido por los distintos grupos de trabajo existentes en nuestro país para que, estandarizando la información, permita conocer la situación actual y generar un proyecto futuro de trabajo conjunto en haras de la superación permanente. En este artículo, en el que disiente con algunos tratamientos sugeridos en forma enfática, el Dr.

Samuel Prusansky dice:

"Los procedimientos propugnados podrían defenderse sobre la base de que la exploración continua de nuevos y mejores métodos cuenta con garantías y merece un apoyo. Mientras tales investigaciones pueden justificarse, a pesar de los costos que representan, le incumbe al investigador documentar sus resultados de un modo científico. En cambio, hemos sido alimentados con opiniones, simples anécdotas, pensamientos voluntariosos y trivialidades empíricas"