La estabilidad es un requerimiento primordial a tener en cuenta en un tratamiento ortodóntico. Su excelencia es difícil de obtener pero hay requisitos a cumplimentar para acercanos a ella. La contención puede ser fija o removible; temporaria o definitiva; activa o pasiva. Su indicación depende fundamentalmente de los factores de crecimiento de la anomalía corregida, del estado periodontal, de la edad del paciente. La contención se usa preferentemente en forma definitiva en dentición permanente, realizándose, en realidad, una "retención" de los objetivos logrados. La removible, activa, suele ser de uso transitorio en pacientes jóvenes, se realiza una "contención" que tiende a compensar los factores de crecimiento. Todo paciente debe ser informado inicialmente de esta etapa del tratamiento ya que es tan importante como la corrección de la anomalía misma