Biología del movimiento dentario. 1§ Parte: respuesta tisular a los estímulos artificiales (una revisión de la literatura para el ortodoncista clínico)
Biology of the tooth movement. 1st. part: tissue response to the artificial stimuli (a review of the literature for the clinical orthodontist)

Rev. Círc. Argent. Odontol; 24 (176), 1995
Publication year: 1995

A modo de resumen y deduciendo una suerte de conclusión, podemos decir que, hoy por hoy, los investigadores ponen en duda el esquema clásico que describía procesos de reabsorción ante la presión y neoformación ante la tensión ortodóncicamente inducida y en zonas claramente diferenciadas del periodonto de inserción. La seguidilla de reabsorción y neoformación parecía tener un "timing" muy particular en esta zona del organismo. El "stress" ortodóncico que sufrirían los tejidos vecinos al diente pareciera tener fuerte incidencia sobre estos tiempos químicos. Si la duda histológica era, y sigue siendo, determinar la célula guía de todo el mecanismo que permite el movimiento dentario o entender la diferenciación que hacen los osteoclastos a la hora de reabsorber, la duda en el campo clínico-ortodóncico podría ser tal vez: ¿se podrá aplicar fuerzas con una frecuencia distinta a la habitual? ¿Es más saludable o biológico si se quiere decir, esperar los veintiocho o treinta días usuales? ¿Habrá que esperar menos, o tal vez más tiempo antes de una nueva activación? En el campo de la investigación pura, muchos de los autores presentados coincidieron en que, las fuerzas más fuertes no producían las reacciones que ellos mismos esperaban (y temían, en cierto modo). Todos comprobaron la presencia de una zona de hialinización ante cualquier tipo de fuerza ortodóncica, pero algunos vieron restos celulares donde esperaban ausencia total de células y hasta necrosis tisular. En el campo de la clínica ortodóncica, muchos de ellos coincidieron en que los movimientos en sentido vestíbulolingual de las piezas dentarias serían potencialmente más peligrosos que otros a la hora de evaluar posibles reabsorciones radiculares. Los movimientos de "ida y vuelta" (round-tripping) serían en estos casos más peligrosos que en otros desplazamientos dentarios. En un marco clínico, también coinciden en destacar a las fibras periodontales transeptales, que unen los dientes entre sí, como las más importantes a la hora de buscar una explicación a las recidivas. La reorganización de las mismas en la nueva posición de la pieza dentaria exigiría más tiempo que otras (el cierre espontáneo del diastema interincisivo luego de una disyunción rápida de los maxilares o el desplazamiento de un segundo premolar "siguiendo" los movimientos del primer molar-anclaje corroborarían este hipótesis). Transportando al campo clínico otras referencias de la investigación, podemos concluir que sería contraproducente inhibir la reacción química propia de toda inflamación a la hora de someter las piezas dentarias a la movilización terapéutica, ya que algunos de los componentes propios de toda respuesta inflamatoria, serían imprescindibles para la reabsorción ósea. Muchas serían las aplicaciones clínicas para usufructuar los modelos propuestos por la investigación en los últimos años. Creo, en síntesis, que todos deberíamos hacernos eco de un denominador común a todos los autores presentados: "es imperioso desarrollar una mayor investigación en el área para cotejar los datos obtenidos, la especialidad lo está demandando"

More related