De los estudios realizados hasta el presente acerca del alcoholismo femenino las conclusiones más firmemente aceptadas reflejan los resultado de dos tipos de enfoques:

a) Por un lado la frecuente asociación del alcoholismo con determinados cuadros psicopatológicos, especialmente depresión, ya sea como factor de riesgo predisponente para su manifestación o como expresión equivalente del alcoholismo paterno. b) Por otro lado, la comprobación de la existencia de dos líneas diferentes de transmisión familiar, una materna y otra paterna, que, independiéntes o asociadas, le dan las características conocidas al alcoholismo femenino de surápida e evolución y marcadas consecuencias en menor tiempo. En unos casos se trataría de una fuerte transmisión hereditaria independientemente del medio y en otros casos manifestándose bajo ciertas condiciones del mismo y expresarse mediante sítomas de ansiedad e inestabilidad emocional. Las próximas investigaciones deberán tratar de confirmar la existencia de estos subgrupos particulares de alcoholistas femeninos a través de la búsqueda de indicadores biológicos y endocrinos. Los estudios sobre el alcoholismo femenino han sido mucho menos frecuentes que los realizados en el hombre, razón por la que no existen aun evidencias seguras acerca de la influencia de algunos factores intervinientes tales como los hormonales o los inherentes a los aspectos biológicos y sociales de la femineidad en el desarrollo del alcoholismo...