Durante el abordaje inicial del trauma, ya sea en el ambiente prehospitalario u hospitalario, la administración de líquidos tradicionalmente se ha considerado de gran importancia para mejorar el pronóstico del paciente politraumatizado. Durante los últimos años se ha ido acumulando gran cantidad de evidencia con respecto a este tópico, y aún no ha sido posible llegar a un acuerdo sobre el manejo de los líquidos en este tipo de pacientes, generándose una gran controversia al respecto. El objetivo de este artículo es hacer una revisión de las tendencias actuales en el manejo de la reanimación con líquidos, haciendo énfasis en las recomendaciones que la evidencia permite conocer hasta la fecha, y sus posibles implicaciones terapéuticas en la evolución del paciente