Durante el período comprendido entre julio de 1989 hasta mayo de 1994, se evaluaron en forma prospectiva 200 pacientes que ingresaron con trauma cerrado abdominal en condiciones hemodinámicamente estables y que presentaron indicaciones para la realización de lavado peritoneal como procedimiento diagnóstico. Los mismos fueron distribuidos al azar y sometidos a un protocolo de trabajo establecido, donde fueron categorizados en grupos categorías. El propósito general del estudio consistió en comparar la laparoscopia en relación con el lavado peritoneal en el diagnóstico del paciente estable con trauma cerrado y demostrar su superioridad, en base a la correlación entre los criterios de positividad de ambos procedimientos y los hallazgos operatorios. La alteración del estado de conciencia constituyó la principal indicación del estudio. El lavado peritoneal fue positivo en 65 pacientes, los cuales fueron intervenidos, obteniendose un 33,9 por ciento de cirugía innecesaria, a diferencia de los sometidos a laparoscopia, donde no se reportaron laparotomía innecesarias y por el contrario, se evitó la intervención quirúrgica en 31 pacientes de los 83 que presentaron hallazgos positivos con respecto a los criterios de positividad del lavado. Las lesiones hepáticas Grado I-II, lesiones a nivel de epiplón, mesenterio y ligamentos fueron los hallazgos más frecuentes en los pacientes donde se adoptó un manejo conservador (Categoría BIIa). Si comparamos ambos procedimientos, la laparoscopia supera en sensibilidad y efectividad al lavado peritoneal, obteniendo un 92,2 y 100 por ciento respectivamente. Su valor predictivo positivo fue del 100 por ciento y su valor predictivo negativo fue del 95,4 por ciento. Se registraron dos falsos negativos. En cuanto a la incidencia de laparotomía negativa o innecesaria, en nuestra serie encontramos que el resultado es 0 por ciento (falsos positivos) lo que refleja la precisión de la laparoscopia en la decisión quirúrgica preoperatoria. La técnica demostró ser de utilidad y ofrecer muchas ventajas tales como el diagnóstico precoz de lesiones intraabdominales y la determinación de su severidad, así como la disminución marcada de la incidencia de laparotomías innecesarias. La laparoscopia supera al lavado peritoneal, ya que existe un número significativo de pacientes que de hecho tienen una lesión intraperitoneal que justifica la positividad del lavado pero en donde la laparotomía no es necesaria. Esto nos permite concluir...