Las lesiones duodenales, especialmente aquellas secundarias a traumatismos, representan un desafío para el cirujano que las enfrenta. Diversos precedimientos quirúrgicos se han empleado para su solución, todos tienden a evitar la temida fístula duodenal. Las lesiones pequeñas podrán ser reparadas exitosamente con simple sutura, la mayoría de las veces. Las lesiones mayores, que habitualmente comprometen el páncreas, requerirán de cirugía más completa, siendo necesario, en ocasiones, llegar a la duodenopancreatectomía de urgencia, cuya mortalidad alcanza al 30%. Para las lesiones intermedias, cuya simple suturaes riesgosa y la resección es excesiva, se han propuesto varias alternativas: sutura y protección con parche seroso; la triple ostomía de Stone y Fabian; la diverticulización de Berne y Donovan y la exclusión pilórica, de Jordan y cols. Esta última tiene la ventaja de ocluir temporalmente el píloro sin resecar estómago normal. No hay evidencia de complicaciones serias derivadas de este procedimiento, que es además técnicamente simple. Se comentan dos casos clínicos, en los cuales se utilizó exitosamente esta técnica y se revisa someramente la literatura al respecto