Entre los parientes en primer grado de los enfermos conasma bronquial se ha demostrado una mayor prevalencia de esta enfermedad, la que crecería gradualmente hasta alcanzar cifras del orden de 43 por ciento a los 65 años. Con el propósito de establecer si los hijos de padres asmáticos(HPA) presentan alteraciones en la forma y posición de su curva dosis respuesta a metacolina, estudiamos 16 HPA y 16 controles sin antecedentes familiares de asma, escogidos por presentar edad (8,07 + - 0,45 años de edad, X + - ES)y hábito tabáquico familiar (3,8+ - 1,3 vs 2,9 + - 1,22 cigarrillos diarios)similares al grupo HPA. Ninguno de los niños presentaba enfermedades cardiorrespiratorias crónicas ni agudas durante los dos meses previos al estudio. Se efectuó una prueba de provocación administrando metacolina desde 0,03 hasta máxima (M), la posiciónde la curva a través de la dosis acumulativa que causa un 50 por ciento de M (ED50)y la PC20. No se observó diferencias significativas en M(39,8 promedio 3,89 vs 33,6 promedio 3,84 por ciento VEF1), enlogED50 (-1,29 + - 0,18 vs -1,22 + - 0,17mg)ni el logPC20(0,70 + - 0,22 vs 0,71 + - 0,22 mg/ml) al compararlas con su curva dosis-respuesta a metacolina respecto a niños sin antecedentes familiares de asma, lo que sugiere que la capacidad cantráctil de su músculo liso, las cargas que éste debe vencer y los factores que amplifican la respuesta de sus vías aéreas sonnormales en el estudio preasmático y que las alteraciones observadas en asmáticos serían adquiridas, probablemente por influencias ambientales