Comensalismo en pediatria: riesgo de adquirir enteroparasitosis a mediano plazo
Commensalism in pediatrics: risk for acquiring enteric parasites on a short term follow up
Rev. chil. infectol; 14 (1), 1997
Publication year: 1997
El pediatra se enfrenta con frecuencia al hallazgo de sólo comensales en el examen coproparasitológico seriado en niños. Su presencia indica que están dadas las condiciones para adquirir una enteroparasitosis, pues el mecanismo de infección es igual. Con el fin de evaluar el riesgo de que este fenómeno ocurra se estudió en forma correlativa a 36 escolares cuyo examen coproparasitológico seriado inicial (método PAFS), presentó sólo comensales y 35 escolares con ese examen negativo (grupo control). Ambos grupos eran comparables en su distribución por edad y sexo. Se controlaron mensualmente mediante examen coproparasitológico seriado por tres trimestres. Fueron tratados todos aquellos niños que presentaron infección por enteroparásitos en el control respectivo. Se aplicó encuesta socioeconómica para caracterizar bajo este parámetro a los grupos en estudio, que resultó comparable en ambos y correspondió al nivel bajo medio. Nueve escolares (25 por ciento) del grupo con comensales presentaron infección por enteroparásitos en el primer trimestre, 9 (25 por ciento) en el segundo y 4 (1 1 por ciento) en el tercero; del grupo control presentaron infección enteroparasitaria 3 (8,5 por ciento), 2 (5,6 por ciento) y 3 (8,5 por ciento) casos, respectivamente. Esta diferencia es estadísticamente significativa (p < 0,01). El parásito más frecuentemente encontrado en cada trimestre fue Giardía lamblia, con un total de 18 casos en ambos grupos. Esto representa una frecuencia de 25,3 por ciento para el total de 71 niños estudiados y,-a su vez, corresponde al 60 por ciento de los casos que fueron encontrados infectados con parásitos en los controles sucesivos. El riesgo relativo de adquirir una enteroparasitosis en escolares con comensales resultó de 2,9 durante el primer trimestre de observación, 4,4 en el segundo y de 1,3 durante el tercero, con un promedio de 2,7. Se concluye que escolares de nivel socioeconómico bajo medio que presenten comensales deben controlarse con exámenes coproparasitológicos pues tienen riesgo de presentar un patógeno parasitario, especialmente en los primeros seis meses de diagnosticado el comensal