Las vacunas anti meningocóccicas A y C han demostrado su eficacia en adultos y niños mayores aunque no estimulan poblaciones de LB de memorias impidiendo con efecto booster a años plazo. Además adolecen de una escasa inmunogenicidad y/o eficacia en lactantes (bajas 3 y 12 meses de edad respectivamente) y una breve duración de la protección otorgada a aquellos que desarrollaron anticuerpos específicos. La conjugación con diferentes proteínas, al igual a lo realizado con el poli ribofosfato de H. influenzae b, mejora su inmunogenicidad y permite constatar la aparición de memoria inmunológica contra el grupo C en ensayos efectuados en lactantes. Se espera establecer si esta vacunas conjugadas conferirán inmunidad de rebaño como consecuencia de disminuir la infección faríngea en individuos vacunados. Las vacunas anti meningococcicas contra el grupo B elaboradas al momento actual con PME, son específicas contra el serotipo y subtipo contenidos en la vacuna. No han sido exitosa en niños pequeños a quienes más interesa proteger. Por carecer de validez universal, se ensayan actualmente estrategias para conferirles polivalencia mediante la recombinación genética de cepas que expresen PME de diversos tipos y subtipo. Se está trabajando activamente también en la evaluación de vacunas en que se ha incorporado el PS del grupo B (modificado sustituyendo el grupo acetil por propionil en el ácido neuramínico), como antígeno principal unido a PME de clase 1 recombinantes