La considerable baja presentada en la mortalidad y la fecundidad por los países de América Latina y el Caribe constituye la base esencial sobre la cual descansan los enunciados de la denominada Teoría de Transición Demográfica, los cuales fueron elaborados por el Centro Latinoamericano de Demografía (CELADE). La baja de estos componentes demográficos trajo como consecuencia una considerable modificación de la estructura por edades de la población, de modo tal que ésta tiende hacia el envejecimiento, entendido éste como el proceso de disminución porcentual de la población de niños y al aumento progresivo del porcentaje de población adulta y de la tercera edad. Como la situación demográfica de Costa Rica sobresale en relación con el resto de los países latinoamericanos, presentando una esperanza de vida alta comparable con la de países más desarrollados, la población costarricense de la tercera edad (65 años y más) tiende hacia niveles de mortalidad similares a los de países que se encuentran en una etapa de transición demográfica superior a la nuestra..