Prevención secundaria de enfermedad coronaria: aún ajena a la práctica médica diaria
Secondary Prevention of Coronary Heart Disease: still outside the daily clinical practice

Rev. colomb. cardiol; 20 (2), 2013
Publication year: 2013

La enfermedad coronaria continúa siendo la principal causa de mortalidad y discapacidad prematura en la mayoría de países desarrollados y en vía de desarrollo a pesar de los diferentes e importantes avances en la terapéutica cardiovascular (1). La brecha entre los adelantos tecnológicos y la implementación de estrategias efectivas para el control de factores de riesgo y las causas subyacentes de la enfermedad, es evidente. La aproximación terapéutica y las intervenciones que se realizan bajo el concepto de prevención secundaria, tendrán el impacto correspondiente en la medida en que se avance en el verdadero cumplimiento de objetivos y metas, lo cual requiere mayor trabajo, vigilancia y control de los "cómo", dado que a la luz de la literatura científica no han sido suficientes los resultados con relación a la adherencia al tratamiento y el logro de metas. Encuestas y estudios ampliamente conocidos han transmitido las malas noticias; entre ellos vale la pena mencionar las encuestas EUROASPIRE I, II, III, llevadas a cabo durante doce años (1995/2000/2006-2007) que evaluaron cómo se lleva a la práctica de la prevención secundaria en pacientes que en los seis meses previos han sufrido revascularización miocárdica electiva o de urgencias, angioplastia percutánea, infarto agudo del miocardio o isquemia cardiaca. Se evidenció que Europa sigue sin encontrar la forma de alcanzar las metas de prevención secundaria de la enfermedad coronaria, pues: • Una quinta parte de los pacientes coronarios seguía fumando. • El sobrepeso y la obesidad avanzaron en forma significativa (4 de cada 5 pacientes tiene sobrepeso y hubo un aumento promedio de 4,9 kilos entre la primera y la tercera encuesta). • El manejo de la hipertensión arterial no mostró cambios significativos en las tres encuestas ya que la mitad de pacientes todavía tenía la presión arterial por encima del objetivo recomendado; sólo 41% logró la meta. • La prevalencia de diabetes incrementó reflejando el aumento de la obesidad. • El uso de medicamentos hipolipemiantes se elevó, pero aun casi la mitad de pacientes permanecían por encima de los objetivos lipídicos (2, 3)La enfermedad coronaria continúa siendo la principal causa de mortalidad y discapacidad prematura en la mayoría de países desarrollados y en vía de desarrollo a pesar de los diferentes e importantes avances en la terapéutica cardiovascular (1). La brecha entre los adelantos tecnológicos y la implementación de estrategias efectivas para el control de factores de riesgo y las causas subyacentes de la enfermedad, es evidente. La aproximación terapéutica y las intervenciones que se realizan bajo el concepto de prevención secundaria, tendrán el impacto correspondiente en la medida en que se avance en el verdadero cumplimiento de objetivos y metas, lo cual requiere mayor trabajo, vigilancia y control de los "cómo", dado que a la luz de la literatura científica no han sido suficientes los resultados con relación a la adherencia al tratamiento y el logro de metas. Encuestas y estudios ampliamente conocidos han transmitido las malas noticias; entre ellos vale la pena mencionar las encuestas EUROASPIRE I, II, III, llevadas a cabo durante doce años (1995/2000/2006-2007) que evaluaron cómo se lleva a la práctica de la prevención secundaria en pacientes que en los seis meses previos han sufrido revascularización miocárdica electiva o de urgencias, angioplastia percutánea, infarto agudo del miocardio o isquemia cardiaca. Se evidenció que Europa sigue sin encontrar la forma de alcanzar las metas de prevención secundaria de la enfermedad coronaria, pues: • Una quinta parte de los pacientes coronarios seguía fumando. • El sobrepeso y la obesidad avanzaron en forma significativa (4 de cada 5 pacientes tiene sobrepeso y hubo un aumento promedio de 4,9 kilos entre la primera y la tercera encuesta). • El manejo de la hipertensión arterial no mostró cambios significativos en las tres encuestas ya que la mitad de pacientes todavía tenía la presión arterial por encima del objetivo recomendado; sólo 41% logró la meta. • La prevalencia de diabetes incrementó reflejando el aumento de la obesidad. • El uso de medicamentos hipolipemiantes se elevó, pero aun casi la mitad de pacientes permanecían por encima de los objetivos lipídicos.

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