Conversión tardía de una endoprótesis aórtica a cirugía abierta: ¿se debe extraer toda la endoprótesis?
Late conversion of an aortic endograft to open surgery: should the endograft be removed?
Rev. colomb. cir; 28 (1), 2013
Publication year: 2013
El advenimiento de la tecnología endovascular para el manejo de aneurismas aórticos ha revolucionado la cirugía endovascular, los estudios sobre reparo endovascular de aneurisma (Endovascular Aneurysm Repair, EVAR) y el EUROSTAR (registro europeo de cirugía endovascular en aneurisma de aorta abdominal infrarrenal) ha reportado disminución de la mortalidad y morbilidad a los 30 días, con disminución de las estancias hospitalarias y del uso de productos hemáticos, entre otras ventajas. Las prótesis endovasculares deben tener un estricto seguimiento imaginológico y clínico de por vida, para detectar las complicaciones como migraciones de los dispositivos o presencia de fugas (endoleaks) que puedan generar ruptura tardía del aneurisma. En este artículo se presenta el caso de una endoprótesis aórtica abdominal colocada en el 2004, con un fuga tardía y crecimiento aneurismático, que se intentó manejar inicialmente con técnicas endovasculares sin éxito, y requirió el retiro de la prótesis y colocación de un injerto sintético de dacrón convencional por vía quirúrgica, con obtención de buenos resultados.
The advent of endovascular technology for the management of aortic aneurysms has revolutionized endovascular surgery. The Endovascular Aneurysm Repair (EVAR) and the European Registry of Endovascular Surgery for infra-renal Aortic Aneurysms (EUROSTAR) trials have shown reduced 30-day morbidity and mortality rates, shorter hospital stays, and lesser use of blood products. Endovascular prostheses must be strictly life-long followed by clinical examination and diagnostic imaging, in order to detect possible migration of the endograft or leaks (endoleaks) that could generate rupture of the aneurysm. We report the case of an abdominal aortic stent placed in 2004 with late endoleak and aneurysmal growth with an initial failed attempt of management by endosurgery technique, that finally required explantation of the endograft and conversion to the surgical placement of a conventional Dacron synthetic graft with good results.