El fumado de cigarrillos es el mayor factor de riesgo conocido actualmente de las dos principales causas de muerte a nivel mundial, los padecimientos cardiovasculares y el cáncer. Los numerosos estudios epidemiológicos, tanto de control de casos como de cohortes, realizados especialmente en los EEUU, han demostrado fehacientemente que el fumado es el responsable de la mayoría de los casos de cáncer de pulmón, de laringe, de cavidad oral, de esófago y de vejiga que afectan a esa nación. Asimismo, el fumado está relacionado con el aumento en la incidencia de cáncer de páncreas, de riñón y de cérvix uterino. Por otra parte, las personas que fuman están expuestas también al riesgo muy grande de sufrir y morir por padecimientos de la arteria coronaria, cerebrovasculares y del aparato circulatorio periférico. Aparte de esa nefasta acción, causante de tanto sufrimiento, de tantas muertes, en el época de vida más productiva, el fumado también es importante factor de riesgo de los padecimientos pulmonares crónicos obstructivos y de la úlcera péptica, enfermedades que ocupan lugar importante en las etadísticas de salud a nivel mundial. El daño producido por fumadores, trasciende en el cso de las mujeres embarazadas al fruto de la concepción, dado que ha sido demostrado retardo en el crecimiento fetal intrauterino, cuando las madres han sido fumadoras. Por otra parte, el daño producido por el humo de los cigarrillos, también lo sufren las personas que, sin fumar, conviven confumadores. Esos individuos están expuestos a un mayor riesgo de sufrir cáncer de pulmón y los niños que conviven con padres que fuman sufren con mayor frecuencia bronquitis, neumonía y asma.