Los aneurismas periféricos de origen ateroscleroso constituyen un potencial riesgo para la pérdida de extremidades, su diagnóstico y tratamiento oportuno evitarán posibles complicaciones y tendrán un mejor pronóstico. Presentamos el caso clínico de un paciente masculino de 71 años, con antecedentes de tabaquismo, hipertensión e hipercolesterolemia. Asintomático, detectándose por arteriografía la presencia de cinco aneurismas periféricos localizados en arterias iliacas comunes bilateral, femoral común derecha y poplíteas bilateral, tratados en forma electiva, dos tiempos, con resultados y evolución exitosos.