El tratamiento del síndrome subacromial ha tenido diferentes modalidades y no es hasta los últimos años cuando realmente se le ha dado más valor a la acromioplastia. La artroscopia, la tomografía axial computarizada, la resonancia magnética y el ultrasonido, son de inigualable valor para establecer el diagnóstico en más de 90 por ciento de los casos. Además, el tratamiento por artroscopia inicia su verdadera validez en este síndrome con una recuperación funcional importante. Se hizo la revisión de 184 casos, entre los que predominó el sexo femenino con 56.52 por ciento. Los recursos diagnósticos fueron placa radiográfica simple, artrografía, ultrasonido y artroscopia. Se observó que la artrografía y el ultrasonido y artroscopia. Se observó que la artrografía y el ultrasinido son confiables en el 80 por ciento, mientras que la artroscopia lo fue en el 62.50 por ciento. Los resultados con acromioplastia fueron buenos en el 84.87 por ciento de los casos regulares en el 14.13 y malos en el 1.09. Se concluye que el ultrasonido y la artrografía son recursos básicos para el diagnóstico, que la artrografía debe ser desechada por ser un método invasivo. Que los resultados son satisfactorios en el 84.78 por ciento y que las complicaciones son mínimas.