El sistema de salud del Canadá y su financiamiento
The Canadian health system and its financing
Rev. panam. salud pública; 1 (3), 1997
Publication year: 1997
This work stems from a brief visit in 1993 to the Canadian health services as part of the PAHO International Health Training Program and the subsequent research, discussion, and analysis relating to that experience. By no means is this paper an exhaustive account of the system, but rather a close look at one of its aspects: financing. The main objective is to identify some of the virtues and limitations of a health system that is considered one of the most efficient, effective, and equitable in the world. Although the Canadian health system is financed by the federal government and the provincial governments, cost containment is a constant concern, since factors such as the growing use of highly complex technologies, hospital care, and long-term treatment of chronic and degenerative illnesses tend to increase costs. The progressive reduction in the federal budget has lead to more efficient use of resources and the rationalization of installed capacity. At the same time, the relative simplicity of the system’s operation has permitted administrative costs to be kept low. In addition, alternative forms of care, such as local centers for community-based care, care at home and in special institutions to promote the maximum level of selfsufficiency, and the use of volunteers, have been devised in order to partially control cost increases. The people’s participation in planning and decision-making permit them to guide the development of the health services. Nevertheless, given the current situation, it is essential that the system be modified to prepare it for the challenges the twenty-first century will bring
El presente trabajo es el fruto de una breve visita realizada en 1993 a los servicios de salud de Canadá como parte del Programa de Formación en Salud Internacional de la OPS, y de un subsiguiente ejercicio de investigación, discusión y análisis. No pretende en modo alguno ser exhaustivo, sino más bien aproximarse a uno de los aspectos relevantes del sistema: su financiamiento. El objetivo central es identificar algunas de las virtudes y limitaciones de un sistema de salud que se considera de los más eficientes, efectivos y equitativos del mundo. A pesar de que el gobierno federal y los gobiernos provinciales financian el sistema de salud canadiense, la contención de costos es una preocupación constante, ya que factores como el uso creciente de tecnologías de alta complejidad, la atención hospitalaria y el tratamiento prolongado de las enfermedades crónicas y degenerativas contribuyen a aumentar los costos.
La progresiva reducción del presupuesto federal ha llevado a un uso más eficiente de los recursos y a la racionalización de la capacidad instalada. Asimismo, la relativa sencillez con que funciona el sistema ha permitido mantener bajos los costos administrativos. Además, se han ideado otras formas de atención, como los centros locales de atención comunitaria, la atención domiciliaria y en asilos para promover la autosuficiencia en la medida de lo posible, y el uso de personal voluntario, para controlar parcialmente el incremento de los costos. La participación de la población en la planificación de los servicios de salud y en la toma de decisiones le permite orientar su desarrollo. Dada la situación actual, resulta imprescindible, sin embargo, modificar el sistema para adecuarlo a los desafíos planteados por el siglo XXI.