Para Thomas Szasz, representante de la corriente antipsiquiátrica, la enfermedad mental y la locura son mitos creados por los psiquiatras, destinados a re-rotular conductas tenidas desde siempre por pecaminosas o criminales. Se benefician los psiquiatras, que adquieren influencia y poder, y el Estado paternalista puede desarrollarse y doblegar al individuo. En los así llamados trastornos mentales no se encuentran alteraciones somáticas, las únicas que permiten afirmar que existe enfermedad. En cambio, lo que se denomina locura consiste en comunicaciones verbales atípica, extrañas a veces. Szasz no partió para desarrollar sus análisis, ni tampoco creó, ninguna psicología ni doctrina médica. Sus premisas son exclusivamente filosóficas, en concreto las de la conocida como liberal. De allí entonces que sus análisis no se ajusten a la materia que analiza, y que sus estudios estén plagados de peticiones de principios, círculos viciosos inexactitudes históricas. Las peculiar lucha de Szasz contra la psiquiatría, es una especie de reedición del clásico combate que, en los tiempos, en nombre de principios filosóficos, despliega el poder contra la ciencia