Este artículo constituye un comentario y una glosa al texto de una clase que bajo el epígrafe ética médica, dictara en 1972 el Dr. Salvador Allende, entonces presidente de la república. Aunque en la época la temática giraba en forma casi exclusiva en torno a la ética profesional, el texto proporciona, indicaciones de una preocupación por la moral societaria y la solidaridad, abogando por una ética basa en las relaciones entre personas, entre discursos y entre instituciones. El comentario permite presentar una concepción más reciente de la bioética como diálogo moral institucionalizado en comités clínicos y de investigación. Permite asimismo describir las tensiones esenciales entre lo comunitario y lo individual y anticipar los desafíos futuros